El lehendakari Urkullu apeló en días pasados en Gasteiz al pase foral, “para que se dé una actualización del mismo, ya que durante siglos ha servido para paralizar el cumplimiento de las normas dictadas desde la Corona de Castilla”.
En el mismo foro donde “el lehendakari miró al pasado”, según la lideresa socialista del PSE Idoia Mendia, la aquí citada reivindicó “los valores de libertad, igualdad y fraternidad entendida hoy como solidaridad, emanados de la Revolución Francesa”.
Haciendo un poco de historia, veamos lo que escribió Karl Marx en su día en relación a las guerras carlistas: “Los carlistas defendían las mejores tradiciones jurídicas españolas, las de los fueros. El carlismo es un movimiento libre y popular, en defensa de tradiciones más liberales y regionalistas que el absorbente liberalismo oficial, plagado de papanatas que copian la Revolución Francesa. El tradicionalismo carlista tenía unas bases auténticamente populares y nacionales de campesinos, pequeños hidalgos y clero, en tanto que el liberalismo estaba encarnado en el militarismo, en el capitalismo, la aristocracia latifundista y los intereses secularizados”.
En consecuencia, y como se puede apreciar ciñéndonos a las clarividentes palabras de Karl Marx, podemos deducir quién de los dos, Urkullu y Mendia, abraza el fuerismo, del que emanarían la “nación foral” así como el “pase foral” por él acuñados, en tanto en cuanto la lideresa del PSE abrazaría el papanatismo (en boca de Marx) de los que copian la Revolución Francesa.