Síguenos en redes sociales:

El ‘seny’ catalán

El seny catalán es un intangible, que no tiene definición exacta en castellano. Si lo tradujéramos por un simple sentido o cordura’, dejaríamos fuera prácticamente todo su verdadero contenido. Seny es una de esas palabras, que hay en las lenguas, que forma parte del acervo cultural, histórico, y personal exclusivo de ese pueblo. Españolizarla es forzarla, violar su significado, y rasgar su alma interior. Tenir seny es una frase que se utiliza con frecuencia en Catalunya, es una expresión sonora, y al mismo tiempo invisible. Todos los catalanes saben lo que significa, pero todos conocen que es difícil de entender para aquellos que no se sienten integrados en la tierra. Es uno de esos conceptos incorpóreos pero que están vivos y existen. Me atrevería a decir que seny no es solo una palabra o un vocablo, es sobre todo una idea, un rasgo profundo de la psicología de Catalunya. Ayer, in extremis, cuando ya el reloj daba las campanadas, y finalizaba el tiempo de juego, los dirigentes de JxSí y de la CUP llegaron a un acuerdo de gobernabilidad inesperado, increíble, por el que nadie dábamos un duro. De pronto, revoloteó por el ambiente el seny y todas las dificultades, los enormes problemas que existían, los negros nubarrones se deshicieron como un azucarillo. Todos los imposibles se trasformaron en verosímiles, se impuso el sentido común, la cordura. Los independentistas catalanes supieron captar el deseo mayoritario del país, y llegar a ese acuerdo que se resistía, y que los enemigos del soberanismo creían irrealizable. Los independentistas catalanes han sabido sacrificar sus deseos personales (Mas), aunque fuera a regañadientes, porque el seny les decía que había intereses superiores, como la independencia, como el 48% de votos logrados el 27-S, como los 72 escaños (62+10) que difícilmente se repetirían en caso de una nueva convocatoria electoral. El seny es algo muy exclusivo de Catalunya, que deberíamos copiar en Euskadi, para la política diaria y para temas tan urgentes como el de los presos y el derecho a decidir.