Tribuna abierta Yendo y viniendo
En junio de 1986, Felipe González ganó nuevamente las elecciones legislativas con mayoría absoluta mientras el PNV se dividía. Fui elegido diputado por Bizkaia, junto a Emilio Olabarria, diputado por Araba. Llegábamos los dos del Parlamento Vasco, donde me había tocado, desde 1980, iniciar ese nuevo parlamentarismo vasco, inédito en nuestro pueblo.
el Grupo Vasco en el Congreso lo formamos seis diputados, pasándose tres meses después dos al Grupo Mixto. La novedad era EA y nosotros, el pasado. Zubia, Olabarria, Echeverria y quien esto escribe hicimos lo que pudimos para sobrevivir en aquel océano que no daba un duro por nosotros.
Veintinueve años y medio después, ni Emilio ni yo estaremos en las Cortes Generales. Y aunque treinta años no son nada, como dice el tango, uno va aprendiendo ciertas cosas:
1.- Hay que estar. Y el PNV está desde 1927. Junto al PSOE somos el partido decano, siguiendo aquello que decía el lehendakari Aguirre. ”Hay que ir hasta a un Congreso de Bomberos”. Mucho más si Madrid legisla para Euzkadi. Y esto, que es evidente, no lo era tanto en 1977. En la calle y en Txiberta, el mundo de ETA nos dijo que no debíamos ir a las elecciones de junio mientras hubiera presos en las cárceles. Les dijimos que íbamos para sacarlos. Y los sacamos con la Ley de Amnistía. Ellos se ocuparon de llenar nuevamente las celdas. Allí donde hay un interés vasco, allí debe estar alguien que lo defienda. Treinta y cinco años y toneladas de energía perdidas después, Amaiur forma ya parte del paisaje de la Villa y Corte. Aciertan siempre cuando rectifican.
2.- Magnífico trabajo. Aquellos diputados y senadores nacionalistas de las dos primeras legislaturas marcaron un hito. Los Irujo, Jauregui, Arzalluz, Unzueta, Zabala, Bidarte, Vizcaya, Uria, Aguirre, Monforte, Elosegui, Renobales... consagraron una matriz de actuación de la que vivimos. Nacionalidades, Disposición Adicional, Navarra, Concierto, segundo Estatuto de autonomía, regreso de Leizaola del exilio y unas leyes orgánicas y de bases que había que parar y un autogobierno que desarrollar nos marcaron el camino. Fue un trabajo extraordinario. Quien lo dude, que compare con lo que está sucediendo en Catalunya. Los aldeanitos sabían hacer política. Y solo tenían un perchero para dejar la gabardina y un avión que casi nunca aterrizaba.
3.- Somos pocos. Euzkadi es pequeña y encima se está despoblando. Si el Gobierno Vasco no apuesta en serio por campañas de natalidad, van a quedar cuatro gatos. Y eso en política se nota. Si desaparece de una vez ETA, quizá con el tiempo, yendo todos los abertzales juntos con un programa sensato común, podríamos lograr trece diputados y doce senadores, que en momentos de ser bisagra tiene su importancia. Y sobre todo que se visualice lo vasco. Nos llamamos Grupo Vasco. Y siempre hay que barrer para casa. Y esto solo se logra si en el Bernabéu de la política estatal podemos estar con nuestro propio equipo en momentos en los que se quiere borrar, con Ciudadanos y Podemos, lo que se ha hecho en estos 35 años en los que hemos sido, CIU y el PNV, el partido bisagra.
4.- La palabra no convence. Se llama Parlamento y son Cortes Generales, pero tú con tu palabra, con tu discurso, no convences a nadie. Las posturas de los partidos están prefiguradas. Solo en casos excepcionales, cuando la calle, la prensa y la palabra trabajan al unísono, el Ejecutivo puede asustarse y negociar o retirar la iniciativa. Pero son casos muy excepcionales. Te pueden dar el premio al mejor orador, pero le falta el complemento de orador en el desierto. Puedes aplastar una enmienda con el peso de tu lengua, poco más.
5.- Las mayorías absolutas son esterilizantes. Las viví con González y las he vivido con Aznar y con Rajoy. A pesar que en la investidura los candidatos te digan que el Parlamento va a ser el centro de su acción política, no es verdad. Mandan los funcionarios y los abogados del Estado y los diputados y senadores que apoyan al gobierno son meras correas de transmisión de su pijotería no política. Un grupo como el nuestro revive en el dribbling que te permite jugar y meter goles cuanto más débil es el partido de gobierno en España. Y habrá que estar atentos a Ciudadanos, obsesionados frívolamente con cargarse el Concierto y el Convenio.
6.- No hay una prensa especializada. Parte de la mala imagen de la política es producto de la exageración de ciertos medios, de la ausencia de un seguimiento profesional, de elevar a categoría las anécdotas y silenciar lo bueno y lo eficaz, de solo quedarse con la espuma de la cerveza, buscar obsesivamente el debate de nombres y los enfrentamientos personales y mostrar hemiciclos vacíos. No digo que los escándalos de corrupción y un bipartidismo estéril no son responsables, pero se carece de una prensa que siga en serio los temas, como ocurrió en la transición. Kepa Bordegaray, en Deia; y José Luis Torres Murillo, en El Correo Español; hicieron muy atractivo el seguimiento político de los temas y, cuando llegamos a Madrid, estaban en el palco de prensa Luis Carandell, Gregorio Bartolomé y otros hoy desaparecidos para dar paso, en casos, a becarios a los que se le pide buscar sangre y no análisis y seguimiento de los temas en un lugar en el que el aire lleva tanto oxígeno como propaganda.
7.- Nos encasillaron con la violencia. ETA nos ha acompañado 25 de los 29 años en Madrid. Y nada define menos a Euzkadi que la violencia y el terror. Pero el resto de nuestra vida nunca ha sido noticia y romper la barrera del sonido violento que rodeaba lo vasco era casi imposible. Y eso tenía repercusiones personales. Cuando ETA mataba, era un problema salir por las calles de Madrid. Todavía hace cuatro meses, yendo con Bildarratz, un tipo haciendo footing me escupió a la cara. Pero han sido los menos. El vasco es valorado y apreciado, aunque ETA con sus atentados lo ponía todo patas arriba. Y logramos que en 1987, al año de llegar, aprobáramos el Pacto de Madrid que fue el partero del Pacto de Ajuria Enea. Manifestaciones, minutos de silencio, miradas oblicuas, ley de partidos, ofensiva Aznar, Pactos, y sobre todo, el 80% de la información de EITB de Madrid centrada en la Audiencia Nacional. ¡Que pérdida de valores, trabajo, energía y de información!
8.- Parlamento Vasco y Cortes Generales. Te das cuenta de que el Parlamento Vasco es un Parlamento muy demediado y no por voluntad propia sino por falta de competencias. Somos una autonomía y se nota. Seis años en Gasteiz, dieciocho en el Congreso y once en el Senado me permiten comparar. Y estamos en segunda. En cuanto a lo que se dice de que el Senado no sirve para nada, no es verdad; pero bien quisiera un Parlamento en Vitoria legislando de todo y sobre todo y con controles más ágiles. El Congreso sigue teniendo en su frontispicio las estatuas de los Reyes Católicos, padres de la unidad española que Castelao quería quitar; y el Senado, mejor que siga siendo lo que es, porque si les da por hacerlo una Cámara de representación territorial como está pautado, nos laminan. Como Cámara de segunda lectura nos permite tener senadores controladores del gobierno y cámara para presentar iniciativas y, aunque no se sepa, se eligen en listas abiertas.
9.- Decía el president Tarradellas que para dedicarse a la política hacían falta tres cosas: “una salud de hierro, una mujer que te aguante y? ¡no dimitir nunca!”. Lo decía él. Se olvidaba de que te tienen que elegir los ciudadanos y tener la confianza de tu partido. Y en estos años he visto de todo. Quebrantos de salud, separaciones y dimisiones sonoras. Pero la salud mental te debe acompañar. No creerte más que nadie a pesar de vivir encapsulado. Bilbao-Madrid, Madrid-Bilbao y así treinta años y 2.400 horas de vuelo, dos rayos y un aterrizaje de emergencia, vida de hotel sin tus cosas imprescindibles y haciendo maletas, viendo a los que salen en la tele haciendo pipí al lado tuyo en la M-30 del Congreso y, de vez en cuando, tus hijos diciéndote: “Aita, ¿por qué no estás más en casa?”.
Y a veces también logrando sacar una enmienda, una inversión, un desarrollo estatutario, una apuesta, una denuncia sonora, una explicación de lo que somos, una conducta a fin de cuentas. Pero sin lograr que saquen a Franco del Valle de los Caídos, nos devuelvan el edificio de la Av. Marceau... o sabiendo que a la comisión GAL no iban a acudir los verdaderos responsables, aguantando crispados una justicia corrupta y una pésima financiación de partidos, sin lograr que lo republicano emerja, dándote cuenta de que la política tiene una parte cruel y trituradora y otra hermosa y positiva? En definitiva, viviendo.
Tengo otras ocho reflexiones. En otro artículo.
Te das cuenta de que el Parlamento Vasco es un Parlamento muy demediado, y no por voluntad propia sino por la falta de competencias
El Congreso sigue teniendo en su frontispicio las estatuas de los Reyes Católicos, padres de la unidad española que Castelao quería quitar; y el Senado...