Estas semanas hemos sido testigos de dos escenas protagonizadas por encapuchados. Una era humorística, la otra aunque tal vez lo pretendiera, no lo fue.
En la primera, Facu Díaz, director y guionista de La Tuerka News, aparecía con el clásico pasamontañas, simulando la parafernalia de ETA, pero con diferencias notables que dotaban al vídeo de humor, sentido crítico, y denuncia. Díaz comparecía encapuchado en una sede simulada del PP y anunciaba el cese de la actividad armada, la entrega de las armas, y solicitaba el acercamiento de los militantes del partido encarcelados por corrupción a cárceles de Andorra, entre otras humoradas. El programa desató la ira de los dirigentes del PP, y la denuncia de la Asociación de Víctimas del Terrorismo Dignidad y Justicia, que preside Daniel Portero. Ayer, el juez de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez, después de escuchar a las partes y visionar el sketch archivó la denuncia. El director de La Tuerka News había declarado días antes que “llevar a un humorista a un tribunal que juzga a terroristas es un sketch en sí mismo”. ¡Atención al dato! Al término del acto, un reportero de Telemadrid se encaró con Facu exigiéndole disculpas a las víctimas de ETA. Hecho similar, a lo ocurrido hace un año en el Kafe An-tzokia de Durango, cuando otro plumilla de Intereconomía increpó a los 70 excarcelados de ETA que habían sido liberados por la doctrina Parot.
La segunda escena ha sido protagonizada por otros encapuchados. Guardias civiles cubiertos con pasamontañas se hicieron un selfie contando los 90.000 euros recaudados durante la manifestación de Bilbao, que fueron requisados en la operación Mate junto a los 1.800 euros de la caja de LAB. Francamente, no entiendo la estrategia del instituto armado al difundir una foto inexplicable de una actuación, que ha provocado una reclamación por escrito de Sare ante la Audiencia Nacional.