Telefónica y su presidente César Alierta han renovado el contrato a su delegado representante en Estados Unidos, Iñaki Urdangarin, hasta julio de 2013, a pesar de los graves delitos que se le imputan como son la falsedad, fraude, blanqueo de capitales, prevaricación y malversación, delitos por los que le pueden caer 18 años de cárcel; pero, claro, eso sí, si es condenado se le despedirá con un regalito, a saber, una indemnización de 4,5 millones. ¡Quién de nosotros los pudiera pillar, adiós crisis!
El marido de doña Cristina y yerno del Rey seguirá cobrando 1,5 millones de euros anuales más otros 1,2 de retribución en especie. Esto es otra vergüenza más. Buen agasajo a un tan insigne y meritorio experto en telefonía.
Como dato, y por si a alguien le pudiera interesar, quiero decir que en el Consejo de Administración de Telefónica figura el exjefe de la Casa del Rey, Fernando Almansa.
Si a esto se le une que se ha exculpado a Cristina, a pesar de ser copropietaria y administradora de la empresa; y que Urdangarin trata de devolver la décima parte de lo que ha estafado para que lo liberen de la cárcel; y si, además, a eso se le añade la renovación del contrato de 2,7 millones de euros, ya no sé qué pensar. ¿Alguien querrá cerrarle la boca y contentarlo?
El yernísimo y deportista de élite ya prometía hace muchos años cuando lo llamaron a filas. Demostró tener mucha vista al engañar a los servicios médicos militares alegando sordera y evitar hacer el servicio militar por su país y en el que reinaba su suegro. Entrega y sacrificio que sí que hemos hecho muchísimos de nosotros. Juzguen ustedes.