Cartas a la Dirección
eN relación a la gestión de Majori, tenemos que denunciar que ante el primer problema de entidad que se les presenta, la culpa es del modelo de gestión anterior. ¡Faltaría más! Es falso que no hubiera control. La fiscalización realizada por la Delegación de Deportes, plasmada en la memoria y en la auditoría realizada en 2010, no les dice nada. ¿De qué van? Nuestros objetivos de gestión eran: no tener un coste superior al precedente, disminución en la aportación municipal, mejorar el servicio y tener una persona dedicada a la labor de técnico deportivo sin mayor coste.
En 2011, el convenio de los trabajadores de polideportivos subía un 20% los sueldos. Sin embargo, la aportación municipal a Igeriketa Lan-tzen aumentó un 6,76% (de 370.000 euros+IVA en 2010, a 395.000 euros+IVA en 2011). Es falso que sea fácil gestionar con la aportación municipal. Los ingresos serán para la empresa, pero también todos los gastos; unos ingresos condicionados por los precios públicos que aprueba el Ayuntamiento cada año. Al concurso público para la adjudicación del servicio integral de Majori solo se presentó una empresa. No será tanto chollo.
Cómo gestionan la situación. A finales de mayo conocíamos la gravedad de la situación. La cuestión se puso sobre la mesa de los nuevos gobernantes como urgente. No hicieron caso. Los técnicos municipales plantean seriamente negociar la rescisión del contrato. De nuevo, de forma grave e irresponsable, ni caso y, cuatro meses después, es lo que hacen con las consecuencias que supone actuar con tal retraso. ¿Incompetencia, desidia, interés en ensuciar la labor del gobierno anterior?
Aún hay más cuestiones: ¿Por qué el 5 de septiembre en la asamblea con los trabajadores se dice que la gestión en Ordizia ha sido buena, y en la asamblea popular del día 6 se dice todo lo contrario, aunque se tenga que reconocer que el problema en Ordizia es consecuencia de la quiebra de la empresa concesionaria en otra población? ¿Por qué se realiza una nueva contratación cuando ya existe una persona competente y experimentada en el Ayuntamiento para realizarlo? ¿Es normal contratar a un recién licenciado que está estudiando? ¿Por qué los adalides de la honestidad y la transparencia nombran a dedo a una persona, cuyo mérito para contratarlo es que es hijo de? ¿Por qué se le denomina asesor, cuando en realidad ejerce un cargo de carácter técnico para el que se requiere igualdad de oportunidades? ¡Claro! De ese modo se disfraza la concesión de un puesto de trabajo en una empresa pública a uno de los suyos.
Joseba Ormazabal
Ordiziako EAJko presidentea