Cartas a la Dirección

Después de leer el artículo titulado Agur, Jokin, de Antton Izagirre y Silvana Ostiza, a mí también me gustaría hacer algunas puntualizaciones. La primera es agradecerles su intención de "no hacer leña del árbol caído". ¡Menos mal! Pues solo les ha faltado meterle un dedo en el ojo.

La segunda es hacer un ejercicio recordatorio de los años de la Alcaldía de Jokin [Bildarratz]. Los ciudadanos de a pie normalmente juzgamos a un alcalde por los resultados de su gestión, por el rastro de mejoras que percibimos tras su paso por el Udaletxe. Y en el caso de Jokin, nadie puede negar el cambio experimentado por nuestro pueblo tras su paso. Tolosa hoy en día es una pequeña ciudad, agradable para vivir (con algunas excepciones como la peligrosa proliferación de bicis por todas las aceras o el gamberreo etílico que se produce todas las noches de los fines de semana en la parte vieja ante la ausencia total de nadie que ponga un mínimo de orden o cordura). Tolosa dispone de industria, comercio, espacios de esparcimiento agradables, dotaciones y actos culturales, que son la envidia de muchas localidades circundantes. Y la mayoría del desarrollo de todo lo descrito se ha llevado a cabo durante los ocho últimos años de Alcaldía, durante la Alcaldía de Jokin. Hay que destacar también que la base, el cimiento de muchos de estos logros, comenzó durante los años en los que Joxe Gurrutxaga ocupó dicho cargo. ¡Vaya desde aquí nuestro reconocimiento! Los tres últimos periodos de alcaldías transcurren como una película de acción en la que esta, la modernización de Tolosa, se desarrolla en el primer y tercer periodo (los de Gurrutxaga y Bildarratz), y el periodo intermedio (el de la izquierda abertzale) fue el del descanso de la película. Porque ¿quién se acuerda de logros importantes de esta época? Yo desde luego no. Lo único que me acuerdo es de los pintxos y aperitivos que se servían en el Triángulo el día del Aberri Eguna. Espero que este nuevo alcalde restaure esta bonita tradición.

Hablan también, Antton y Silvana, de "una humilde disposición a colaborar desde la oposición". Es curioso que eso se pida al PNV, un partido que representa a tantos tolosanos como la izquierda abertzale y al que no se ha cedido ni una sola presidencia en las comisiones. A eso se le llama prepotencia y no querer ver la realidad política de Tolosa.

Por último, les doy la razón en cuanto a que las escaleras sirven para subir y para bajar. Que se lo recuerden a más de un dirigente de su coalición, concretamente a los de EA, partido en el que más de uno se dedica a poner zancadillas en dichas escaleras a sus propios compañeros para aferrarse mezquinamente a su poltrona política. Ojalá dentro de cuatro años tengamos que agradecer al nuevo alcalde la mitad de lo que hoy debemos que agradecer a Jokin. Y a ti, Jokin, no te diré agur sino gero arte, esperando que regreses cuanto antes.

Mikel G. Telleria Tapia