LA sencillez contra el afán de protagonismo. La discreción frente a la estridencia. Reconciliación versus frentismo. La humildad contra la vanidad, la arrogancia, la prepotencia Compartir vs acaparar. Carisma ante el egocentrismo. El líder de consenso en oposición al que se impone. Uno es fiel a sus principios y el otro se adapta a cualquier principio. Mientras uno estudia y busca los medios para llegar al fin, el otro llega al fin sin justificar los medios. Al final ganó la cordura, el raciocinio, el saber estar , en definitiva, el fútbol. La belleza del deporte. El título de la Liga de Campeones logrado por el Barcelona el sábado pasado dio la razón a Guardiola. Pep ganó la batalla que ha lidiado esta temporada contra Mourinho. Y no es porque el técnico de Santpedor se haya ofrecido a desenvolverse en estas lides, sino porque Mou y sus secuaces buena parte de la prensa madridista y los directivos del Real Madrid liderados por un Florentino Pérez al que no le ha quedado otra que apostar decididamente por el portugués a costa de deshacer alianzas le han retado. Pep ha conseguido los dos títulos más importantes que se jugaba esta temporada, lo que le otorga una valía y una credibilidad que ha querido desmontar su oponente en los banquillos. Y si los suma a los anteriores, en los tres años que lleva al frente del Barça ha colocado diez títulos en su palmarés. El entrenador luso en el mismo tiempo ha obtenido seis con el Real Madrid y el Inter de Milán. Incluso si solo nos atenemos a los números, Guardiola se impone. Felicitats campió.