Recientemente hemos leído en titulares que las menores de 20 años que abortan no han usado el preservativo porque es caro, y uno piensa que su precio es bastante asequible, si bien es muy delicado opinar en todo aquello que es subjetivo, como puede ser este tema. En el mercado libre, su precio es de 9 euros la docena, con lo cual resultan a 0,75 la unidad, y que en las antiguas pesetas equivalen a 124,79 pesetas, que viene a ser más o menos el precio de un helado con cucurucho. Los hay más económicos, por estar subvencionados por el Gobierno Vasco, que resulta el paquete de tres unidades a un euro, con lo cual su precio/unidad es de 0,34 (equivalente al sello de correos), que en pesetas serían 56,57 cada uno. Por consiguiente, pienso que el motivo de no usarlo no sea su precio, y más bien un olvido.

Creo que no hemos estado demasiado acertados al tratar de aleccionar a nuestros adolescentes en el tema de los anticonceptivos, al haberles dado demasiadas pistas sobre el sexo, cuando lo bonito de él es irlo descubriendo poco a poco, y que cada cosa llegue a su debido tiempo, y ahí tenemos el catastrófico resultado de los numerosísimos embarazos no deseados, y que en su mayoría terminan en abortos, con las graves secuelas físicas y psicológicas que acarrean a las personas que pasan por este trance.

Visto el panorama actual, no estaría de más que nos replanteáramos una marcha atrás sobre el actual programa de la eduacción sexual que estamos dando a nuestros adolescentes, porque estamos dejando pequeñas a Sodoma y Gomorra, recomendando como el anticonceptivo más eficiente la nometerminina, de los Laboratorios Precaución S.A. y fomentar más entre nuestros adolescentes las películas de dibujos animados, recuperando aquéllas como Blancanieves, Bamby, Pinocho, etcétera, y recomendándoles que adquieran helados con cucurucho.

Aprovecha cualquier segundo en un medio de comunicación para demostrar su independencia con respeto de su Partido y su responsabilidad como político de nivel, y de altura. Sin embargo, el hablar con otros partidos políticos cuando ejerce su papel de alcalde no lo hace y he aquí un botón de muestra.

Apoyándose en la mayoría segura formada con los votos de Alternatiba y Aralar, el Gobierno Municipal ha aprobado la modificación de los Estatutos de los Organismos Autónomos; Escuela de Música y Danza; Patronato Municipal de Deportes; Patronato Municipal de Euskera y Centro Informático Municipal. ¿En qué han consistido estos cambios?

Escudándose en la necesidad de promover una serie de cambios de perfeccionamiento y una mayor clarificación del régimen jurídico, en aras a una mayor transparencia y para la mejora de los servicios al ciudadano, se da pleno poder al Gerente y al Presidente de la Junta Rectora, que no es otro que él mismo, en detrimento de la propia junta formada por todos los grupos políticos municipales. ¿Es que los grupos políticos no trabajamos para la mejora de los servicios al ciudadano? La acaparación de poder por Odón Elorza, incluso hasta en los ámbitos de actuación de los organismos públicos, es tal, que queda claro qué es lo que entiende Odón Elorza por transparencia y servicio al ciudadano. Odón Elorza no quiere que nadie le diga lo que tiene que hacer, no soporta que nadie le lleve la contraria, no consiente que ningún grupo político le marque la política y eche por tierra sus ideas geniales y no duda en llamar la atención sea como sea y en lo que sea.

Un estilo de gobernar más propio de un cortijo. Y esto lo valoran organismos externos y ahí tenemos el ranking de transparencia. El Ayuntamiento de Donostia está en los mejores puestos pero al final de la lista, a distancia del Ayuntamiento de Bilbao, que está el primero, o del de Vitoria-Gasteiz, que tienen otro estilo de gobernar, y en esto se diferencia Donostia de ellos.

El problema de base en este Ayuntamiento es que no existe una reflexión seria y sólida en los diferentes ámbitos de actuación, bien sea en términos de atracción turística, comercial, de imagen, juventud, movilidad, transporte etc. Se obvia todo debate serio, no me estoy refiriendo a juntar a las personas para contar lo que ya está decidido, no, me refiero al análisis que permite llegar a una reflexión y un consenso que concluyan en unos objetivos buenos para todos y duraderos en el tiempo. Muy al contrario, se actúa por impulsos, sin orden ni concierto a gusto del dueño del cortijo. Y si no ahí están ejemplos como la estación de autobuses; el nefasto plan de movilidad de esta ciudad, que hay que volver a modificar, etc… Sería bueno que Elorza tomase nota de lo que allí hacen a fin de mejorar lo que hace aquí.

Mertxe Garmendia

Concejala grupo EAJ-PNV de Donostia