La gente no ingresa en una residencia por gusto sino porque en sus domicilios no se pueden cubrir de forma adecuada las distintas necesidades que tienen para vivir: alimentación, limpieza, sanitarias, etc.

Además, debido a la escasez de plazas residenciales, la necesidad de cuidados que desde la Diputación se exige para el ingreso en un centro residencial es cada vez mayor. Intentan que permanezcan en sus domicilios el mayor tiempo posible ayudándoles a hacer obras de adecuación, proveyéndoles de materiales para movilizarles y levantarles así como de ayuda domiciliaria y, ahora, de ayudas monetarias a los familiares que los cuidan.

Éstas son las razones que hacen que actualmente en todas las residencias de la tercera edad, y entre ellas a la residencia Iurreamendi de Tolosa, el tipo de solicitud de ingreso que reciben es el de un tipo de persona con muchas necesidades de atención tanto físicas como sanitarias. Y esto ha motivado que con el paso del tiempo en el momento actual únicamente trece (9%) residentes sean autónomos, 29 (20%) sean dependientes y 101 (71%) sean grandes dependientes.

Por lo que, teniendo en cuenta además su gran tamaño (en el momento actual tiene una capacidad de 143 camas, más que las que tiene la clínica de la Asunción ), Iurreamendi es hoy en día y cada día que pasa lo será más, un centro más parecido a un Gran Hospital de Larga Estancia que a un Gran Hotel, que era lo que era con anterioridad..

Vista la evolución que estaba tomando las necesidades sanitarias de los residentes, hace un tiempo Osakidetza decidió, en vez de tener un recurso que compartía su agenda entre el trabajo en atención primaria y la residencia, poner un médico con dedicación exclusiva a cargo de Osakidetza.

Conociendo de primera mano la situación y estas necesidades sanitarias, por decisión personal y conjunta de la directora de la residencia, Elena Basagoitia, y del presidente de la Junta Rectora, Jokin Bildarratz, marginando la reflexión previamente acordada y sin que para ello haya existido votación alguna, deciden quitar el turno de enfermería de noche que venía funcionando desde hacía tiempo y hasta la fecha. Argumentan que quedarse sin atención sanitaria en el centro es en base a los recursos con los que se cuenta y de acuerdo con las directrices emanadas desde la Diputación Foral de Gipuzkoa.

Esto va a conllevar, según nuestra opinión, a una disminución de la calidad de atención sanitaria; un aumento de la sensación de inseguridad tanto de los residentes como de sus familiares; un aumento del trastorno de los residentes y familiares, y un aumento del número de traslados e ingresos a hospitales que no se producirían en el caso de que existiese un recurso sanitario en esas horas tan delicadas de la noche.

Dado el deterioro que en cuanto a la calidad asistencial a los residentes se está produciendo y dado que desde la propia Junta Rectora nos está siendo imposible reconducir el tema debido a la actitud autoritaria de su presidente, los abajo firmantes, miembros de esta Junta, trabajadoras de esta residencia, así como integrantes de la Plataforma, nos vemos obligados a salir a los medios, con el fin de informar al respecto al conjunto de la población tolosarra.