la mujer dice llamarse Yeisiey y me la encontré haciendo zapping en una tele española cuyo accionista de referencia es una editorial de capital catalán, que no catalanista, ustedes ya me entienden. La señora en cuestión había sido invitada al programa para que explicara a toda España cómo se lo montaba con el presidente del Barça, Joan Laporta, y para que la tensión informativa fuera mayor, le habían sentado en un sofá frente a un grupo de aves de rapiña llamados a representar a la prensa del corazón, a los que previamente se les había hecho ayunar toda una semana para que las dentelladas hicieran cuanto más daño, mejor. Y empezó el circo. ¿Usted ha mantenido relaciones sexuales con Joan Laporta? Pues no, dice la Yeisiey. ¿Usted ha estado alguna vez con Laporta? No. ¿Ha hablado alguna vez con él? No, sólo me lo topé un día en una fiesta, nos sacamos una foto -foto en pantalla- y me deseó suerte con mi último disco, y es que yo he venido a hablar aquí de mi último trabajo... Bueno, bueno, usted nos ha tomado el pelo para llegar hasta aquí y le invitaría a que se marchara. Aplausos -siempre hay aplausos en esos programas, se digan las burradas que se digan- y ahí se acabó todo. A lo de la telebasura ya estamos más que acostumbrados y ni merece la pena hablar del tema mientras no sea con el Código Penal por delante. Pero me cabe la duda de si habrían salido a relucir en buena parte de la prensa de Madrid los asuntos amorosos del presi blaugrana si a éste no le hubiera dado por enarbolar la bandera independentista. La de Catalunya, claro. Y es que da que pensar.