El peso del brazo ya es una carga para un hombro lesionado. Para evitarlo, en la medida de los posible, hay que sujetar el brazo por medio de un cabestrillo, o con la mano metida en un bolsillo de la chaqueta. Otra opción es mantener el brazo apoyado sobre una mesa cuando esté sentado. Se trata de evitar que el peso del brazo tire del hombro.

Conviene evitar las posturas que aumentan la presión sobre la articulación lastimada. Así, si duerme con compañía, ésta deberá dormir en el lado de la cama al que apunta el hombro dañado. Se evitará con esto dormir sobre la articulación dolorosa.

No lleve peso con la mano del lado afectado. Si usa bolso debe ir colgado en bandolera, y si resulta incómodo se puede colgado del hombro sano.

Cuando se trabaja en una posición fija hay que evitar tener el brazo sin apoyo. Así, cuando escriba en el teclado del ordenador, si cose o hace punto, al planchar, al leer sosteniendo el libro con las manos... se debe apoyar el antebrazo, hacer descansos frecuentes, y cambiar la posición del cuerpo cada media hora.

Para preparar la articulación es conveniente aplicar calor sobre el hombro durante 10 minutos. El resultado es similar si se aplica calor húmedo o seco. Puede ser agua caliente de la ducha o compresas calientes, almohadillas eléctricas (en el mínimo), almohadillas térmicas para microondas, o rayos infrarrojos, etc. No debe ser un calor muy fuerte porque sería perjudicial: no es lo mismo calentar que quemar. Esto permite quitar parte de la contractura articular y favorecer la circulación sanguínea en la zona, facilitando el trabajo muscular en la realización de los ejercicios.

¿Antiinflamatorios orales o pomada?

La toma de antiinflamatorios por boca es útil. Siempre que los haya recetado el médico y en la dosis indicada por él.

La aplicación de una pomada, gel, espuma o spray antiinflamatorio, o de un linimento ayuda a relajar las partes blandas articulares y a aumentar la circulación de la sangre.

Tras los ejercicios, si han sido intensos, aplicar hielo en el hombro. Hacer los ejercicios en tandas de 5 minutos varias veces al día, y todos los días. Tras la recuperación de la movilidad y de la fuerza del hombro hay que seguir con los ejercicios habitualmente, durante una temporada, para que la curación sea definitiva.

Es importante recordar siempre que sólo el ejercicio preserva la función y que el dolor no es un impedimento para la realización de los ejercicios. 

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