Al menos 31 personas muertas, 21 desaparecidas y 20 heridas dejan las lluvias y riadas provocadas en Haití por el paso del huracán Melissa por el Caribe, según el último informe de la Dirección de Protección Civil (DPC) difundido este viernes.
La mayor cifra de víctimas, al menos 23, entre ellas 10 niños, se registró en Pétit-Goâve, en la entrada sur de Puerto Príncipe, a causa de inundaciones derivadas de las crecidas del río La Digue, y la búsqueda de desaparecidos continúa. Al norte de Puerto Príncipe inundaciones causaron la muerte de una persona que fue encontrada en el mar.
Se reportó además que un hombre que circulaba en motocicleta resultó herido por la caída de un árbol en Grande Anse (suroeste) y la persona que lo acompañaba está desaparecida. Asimismo, en esta región, otras dos personas murieron a consecuencia de los efectos del huracán, y una tercera desapareció. También, una persona resultó herida en las Islas Cayemites, al suroeste de Haití.
Las autoridades haitianas anunciaron la tarde del jueves, durante una conferencia de prensa conjunta, el levantamiento de la alerta en todo el territorio nacional debido al alejamiento total del huracán Melissa.
"Las autoridades mantienen una vigilancia verde para todos los departamentos. El final del episodio ciclónico está confirmado, pero se recomienda mantener la prudencia ante posibles episodios de lluvias", matizó la Protección Civil.
El huracán deja tras de sí un entorno parcialmente inestable en ciertas zonas del sur del país, donde hay 15.861 personas albergadas en refugios.
Asimismo, más de 1.046 viviendas están inundadas, mientras que más de una treintena de municipios de diversos departamentos geográficos sufren también inundaciones.
"Las fuertes lluvias, los vientos violentos y las marejadas golpearon el Sur, Grande Anse y Nippes (departamentos del suroeste del país), causando inundaciones, deslizamientos de tierra y daños agrícolas importantes", subrayó el informe de la Protección Civil.
Daños económicos
La agricultura haitiana ha pagado un alto precio, con daños considerables en municipios del suroeste. Las plantaciones de banano fueron destruidas, mientras que los cultivos de guandul (un tipo de frijol) e ignames (tubérculo) resultaron gravemente dañados, junto con árboles frutales también afectados.
"A pesar del levantamiento de la alerta, deben mantenerse la vigilancia y la continuación de las acciones de respuesta en las zonas más afectadas", advirtió la Protección Civil en su informe.
Por otro lado, numerosas carreteras secundarias y puentes han sido gravemente dañados o quedaron intransitables y el acceso terrestre sigue siendo particularmente difícil en las zonas rurales y costeras más afectadas, lo que ralentiza las entregas de ayuda humanitaria y las evaluaciones.
El parque de vehículos operativos es insuficiente para responder a la magnitud de las necesidades actuales. Además, varios equipos técnicos aún se encuentran en fase de redistribución o enfrentan la falta de combustible, material de protección y equipos especializados.
 
        
     
