El ministro de Seguridad Nacional de Israel, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, ha realizado este domingo una nueva visita a la Explanada de las Mezquitas, desde donde ha pedido que la Franja de Gaza vuelva a ser ocupada por las fuerzas israelíes, en el marco de la ofensiva contra el enclave palestino tras los ataques del 7 de octubre de 2023.

"Para garantizar la ocupación total de la Franja de Gaza, debemos declarar la soberanía en todo (el enclave), expulsar a todos los miembros de Hamás y fomentar la migración voluntaria", ha declarado según un vídeo publicado en su perfil de la red social X.

El ultraderechista ha considerado que "solo así" Israel conseguirá traer de vuelta a los rehenes tomados por las milicias palestinas y que se encuentran en Gaza, y ganar "la guerra". "Lo digo precisamente desde aquí, en el Monte del Templo –nombre que dan los judíos al lugar–, donde hemos demostrado que la soberanía y la gobernanza son posibles", ha agregado.

"Flagrante desafío" a la comunidad internacional

Tras su visita, la Autoridad Nacional Palestina, a través de un comunicado publicado por el Ministerio de Exteriores en su perfil de la red social X, ha denunciado el "flagrante desafío" de Ben Gvir a la comunidad internacional y sus resoluciones tras la "provocadora" presencia del ministro, que por primera vez ha dirigido una oración en dicho lugar.

"Esto confirma que las estrategias coloniales racistas a las que se ve sometido nuestro pueblo se enmarcan en una política gubernamental oficial destinada a liquidar la causa palestina y los derechos de nuestro pueblo, y a frustrar el movimiento internacional popular y sin precedentes para detener de inmediato los crímenes de genocidio, desplazamiento forzado y hambruna, y poner fin a la ocupación israelí del territorio palestino", ha manifestado.

La cartera ministerial palestina, a su vez, ha denunciado los ataques de colonos registrados en la víspera en Cisjordania, que se saldaron con la vida de un palestino, mientras que otros ocho resultaron heridos. "Observamos con extrema preocupación las violaciones de la ocupación en la Cisjordania ocupada y el creciente uso de munición real por parte de terroristas colonos en sus ataques contra civiles palestinos, todo ello bajo la protección y supervisión del Ejército (israelí)", ha señalado.

El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha sostenido que "las incursiones generalizadas en los patios de la sagrada mezquita Al Aqsa esta mañana por parte de colonos, liderados por el ministro extremista y terrorista Ben Gvir y el miembro extremista de la Knesset –Parlamento israelí– Amit Halevi, constituye una escalada de crímenes contra la mezquita".

"Es una continuación de la agresión continua contra nuestro pueblo palestino, su tierra y sus lugares sagrados. Además, provoca los sentimientos de los musulmanes en todo el mundo mediante la profanación. (...) La reiterada coincidencia de las incursiones de colonos con las festividades judías no logrará judaizar la mezquita, imponerle una nueva realidad ni alterar su identidad árabe-islámica", ha asegurado.

En este sentido, ha condenado "las incursiones de los colonos, sus provocadoras visitas guiadas y el izamiento de banderas" israelíes, después "de que la mezquita fuera vaciada de fieles, se impusiera un cierre total y se enviaran refuerzos militares", según reza un comunicado recogido por el diario 'Filastín', afín a Hamás.

"Provocación inaceptable"

La visita de Ben Gvir ha sido criticada también por el Gobierno de Jordania, que custodia la mezquita, alegando que se trata de una "flagrante violación del Derecho Internacional, una provocación inaceptable y una escalada reprensible".

El portavoz del Ministerio de Exteriores jordano, Sufian al Qudá, ha mostrado su "rechazo absoluto y la enérgica condena" de Amán a las "continuas e inaceptables incursiones" del ministro, así como a la disposición por parte de las fuerzas de seguridad israelíes de permitir la presencia de colonos israelíes en la misma.

"Consideramos esto una flagrante violación del 'statu quo' histórico y legal (...), un intento de dividirla temporal y espacialmente, y una profanación de su santidad", ha sostenido, mientras que ha advertido "sobre las consecuencias de estas continuas violaciones" a los lugares sagrados islámicos y cristianos en Jerusalén.

Por ello, ha instado a Israel, como potencia ocupante, a "detener todas las acciones provocadoras del ministro extremista", alegando que sus acciones "constituyen una continuación de la política de Gobierno extremista israelí de continuar la peligrosa escalada y las medidas unilaterales en la Cisjordania ocupada".

"Reiteradas prácticas provocadoras"

Por su parte, el Ministerio de Exteriores de Arabia Saudí ha expresado su "más enérgica condena" a las "reiteradas prácticas provocadoras de funcionarios del Gobierno" israelí contra la Mezquita de Al Aqsa y ha avisado de que "estas prácticas alimentan el conflicto en la región".

Riad "reitera su constante llamamiento a la comunidad internacional para que ponga fin a las prácticas de funcionarios de ocupación israelíes, que violan el derecho y las normas internacionales, mientras que socavan los esfuerzos de paz en la región", según ha manifestado.

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Las visitas de altos cargos israelíes al complejo llevan aparejadas la condena de las autoridades palestinas y jordanas, encargadas de velar por el 'statu quo', que impide a los judíos rezar en la Explanada de las Mezquitas, si bien la Policía ha tolerado rezos limitados en la zona cuando escolta a fieles que entran en el complejo.

En el lugar –en manos de Israel tras la toma de la Ciudad Vieja de Jerusalén durante la Guerra de los Seis Días (1967)– estuvieron ubicados el Primer y el Segundo Templo, herencia histórica destruida de la que sólo queda como vestigio el Muro de las Lamentaciones, así como la mezquita de Al Aqsa, tercer lugar más sagrado para el islam.