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Kamala Harris se sumerge en una campaña histórica contra Trump

La vicepresidenta estadounidense se presentó en su discurso de aceptación como una persona con “sentido común”

Kamala Harris se sumerge en una campaña histórica contra TrumpEuropa Press

Con la nominación como candidata presidencial del Partido Demócrata, Kamala Harrisllega el punto álgido de su carrera política con el desafío de mantener el impulso para ganar al republicano Donald Trump, que conserva amplias opciones de victoria. Harris y Trump no solo empatan en las encuestas, sino también en el número de televidentes que se conectaron a sus respectivos discursos de aceptación de la nominación de sus partidos.

Apoyo de Obama

Los primeros datos de audiencia dan alrededor de 22 millones de televidentes al discurso del expresidente Barack Obamael segundo día de la Convención Nacional Demócrata y seguramente ponga a Harris al nivel de los más de 28 millones que tuvo Trump en el punto máximo de su discurso de aceptación.

Kamala Harris, en la Convención Nacional Demócrata.

Pero la del jueves fue la noche de Harris y la aprovechó para presentarse a los estadounidenses como una persona con “sentido común”, empática, una política curtida que puede ser comandante en jefe y que está lista para abordar los problemas de la clase media.

En su discurso prometió recortes de impuestos a la clase media, trabajar por una ley que devuelva las protecciones al aborto, resucitar un proyecto de ley fronterizo bipartidista que restringía el acceso al asilo, apoyado por Biden, y seguir invirtiendo en la Defensa para tener “la mayor fuerza letal que del mundo”.

Harris también atacó a Trump asegurando que “no es un hombre serio, pero las consecuencias de ponerle de nuevo en la Casa Blanca son muy serias”, entre ellas destacó la amenaza que supone a la democracia.

Trump, un hueso duro de roer

En los detalles también mandó su mensaje a los estadounidenses, con un traje azul oscuro que contrastaba con el fondo dorado del escenario y con los atuendos blancos de las mujeres de la audiencia en homenaje al movimiento sufragista.

Tanto con esa selección de vestuario, como con su discurso, Harris quiso pasar de puntillas por el hecho de que si gana las elecciones el 5 de noviembre será la primera mujer presidenta de la historia del país, algo en lo que la campaña no quiere enfocar el mensaje.

Durante cuatro días esta convención tuvo un gran despliegue técnico y una puesta de escena muy cuidada, pero una vez que las luces se apagaban no estaba carente del mismo drama que ha plagado al partido en los últimos dos meses y que precipitaron la renuncia de Biden hace algo más de un mes. 

Aliados del presidente han expresado en privado su inconformidad con el hecho de que en el primer día el discurso de Biden, una emotiva despedida de su carrera política, se retrasara casi una hora y empezara a las 23.25 hora de Chicago, fuera del prime time de la costa este.

Biden entregó a Harris su apoyo y una campaña joven, bien financiada y con la inercia de lo que parecía un segundo mandato; a cambio los expresidentes Barack Obama y Bill Clinton, así como la propia Kamala, expresaron su apoyo al octogenario mandatario que, como incidieron, ha sido de los más efectivos en muchos años al sacar a Estados Unidos de la pandemia con una fuerza que sorprende a los economistas.

Discurso vacío de propuestas

Algunos analistas, sobre todo desde el lado conservador, consideraron ayer que el discurso de Harris no vino muy cargado de propuestas políticas y que se enfocó en mostrar a una gestora competente.

El hecho de que, en uno de los compases de la gala del jueves la actriz Kerry Washington tuviera que explicar a la audiencia como pronunciar correctamente Kamala es una muestra de los desafíos a los que se enfrenta su campaña.

Con solo 74 días para las elecciones, la campaña Harris-Walz está obligada a apretar el acelerador y poner orden en un equipo que ha incorporado talento que trabajó en las exitosas campañas de Obama.