Al menos 57 personas murieron, entre ellas 13 policías, y cientos resultaron heridas este domingo por los enfrentamientos entre los estudiantes que exigen la dimisión del Gobierno y los seguidores de la Liga Awami de la primera ministra, Sheikh Hasina.

250 muertos

Las protestas que se registran desde hace semanas en Bangladés han causado ya más de 250 muertos desde que un movimiento estudiantil salió a las calles a principios de julio para exigir el fin de unas cuotas al empleo público que consideran discriminatorias en uno de los países más pobres del mundo.

Seis líderes y activistas de la Liga Awami murieron por arma de fuego en una estación de autobuses de Nargsindi y otras cinco personas lo hicieron en Feni, según señaló el superintendente del hospital Sadar, Abul Khair Miazi. Además, cuatro personas, incluyendo un funcionario y su guardaespaldas, fallecieron en el distrito norteño de Rangpur, confirmó a EFE el jefe de la administración, Mobashar Hasan.

Liga Awami

Abul Kalam Azad, el jefe de la administración de Kishoregang, al norte del país, afirmó por su parte que otras tres personas fallecieron, incluyendo dos calcinadas “cuando la casa de un líder de la Liga Awami fue incendiada”.

Fuentes hospitalarias y oficiales confirmaron además 18 muertes en varios distritos del país, entre ellos la capital y Bogura, Pabna o Magura. Algunos de ellos, como los dos fallecidos en el distrito de Munshiganj, recibieron heridas de bala, según el superintendente del centro de salud donde fueron tratados, Abu Hena Muhammad Jamal.

Los enfrentamientos en la capital bangladesí, como en muchas otras zonas del país, transformaron este domingo la ciudad en una zona de guerra por los violentos choques entre manifestantes y partidarios de Hasina, muchos de los cuales portaban palos y objetos de metal.

Ante la escalada de violencia, el Ministerio del Interior reimpuso un toque de queda al anochecer en todas las ciudades del país, así como un bloqueo de las redes de telecomunicaciones. El Gobierno decretó también el cierre durante los próximos tres días de todas las oficinas gubernamentales y tribunales.

Protestas

Inicialmente pacíficas, las protestas se volvieron violentas a mediados de julio, tras ataques de los seguidores del Gobierno y después de que Hasina comparara a los estudiantes con un grupo que colaboró con Pakistán para tratar de impedir la separación de Bangladés.

Las protestas tomaron un nuevo cariz este sábado, cuando los estudiantes pasaron de exigir una disculpa incondicional de Hasina y la salida de varios ministros, a la dimisión completa del Gobierno. Los manifestantes rechazaron también una propuesta de diálogo de la primera ministra.

Organizaciones como Amnistía Internacional han denunciado una represión desmesurada por parte de las fuerzas de seguridad.