El nuevo ministro de Asuntos Exteriores británicos, David Lammy, ha afirmado este domingo que su país debe ser un "buen vecino" de la Unión Europea y que aspira a "una relación más estrecha" con el bloque comunitario.

El nuevo ministro de Asuntos Exteriores británicos, David Lammy Europa Press

En su primer viaje al extranjero, Lammy se ha reunido con sus homólogos de Alemania, Polonia y Suecia para "aprovechar la oportunidad de un reseteo" y trabajar "incluso más estrechamente juntos para afrontar los desafíos comunes".

Lammy se ha referido al apoyo a Ucrania frente a Rusia o al cambio climático. También ha mencionado las vacaciones y los intercambios de estudiantes como ámbitos de colaboración.

El objetivo de ser "un buen vecino"

En cualquier caso, el ministro de Negocios británico, Jonathan Reynolds, ha matizado que retomar la libertad de movimiento con la UE no está sobre la mesa como fórmula para mejorar la relación tras el Brexit.

"Como nuevo ministro de Exteriores británico, con nuestro primer ministro, Keir Starmer, este Gobierno va a resetear las relaciones con Europa para ser un socio fiable, un aliado de confianza y un buen vecino", ha argumentado Lammy en un artículo publicado en The Local Europe.

En concreto se ha referido a la posilibidad de impulsar un "ambicioso y amplio" acuerdo de seguridad bilateral para reforzar la cooperación entre ambas partes.

"Hoy todos compartimos nuestro compromiso con la democracia, los derechos humanos y el derecho internacional. Las trágicas experiencias en nuestro pasado común nos ayuda a comprender que nuestra seguridad y prosperidad comunes dependen de estos valores comunes", ha destacado.

Denuncia contra Londres

Mientras, el primer ministro irlandés, Simon Harris, ha advertido este domingo que no tienen intención de retirar la denuncia contra Londres por la Ley del Legado pese a la victoria laborista en las elecciones del jueves.

La norma afecta al conflicto civil de Irlanda del Norte y el Partido Laborista se ha comprometido en campaña a derogar la ley aprobada por el anterior gobierno del Partido Conservador.