El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, mantuvo ayer una reunión para una evaluación de seguridad con el ministro de Defensa, Yoav Gallant y el Comando Sur del Ejército –encargado de la ofensiva en la Franja de Gaza– para abordar la implementación de la “fase C” de la guerra. “Llevaré a cabo una evaluación de la situación en el Comando Sur. Seguiré de cerca el progreso de los combates y nuestros planes para completar los objetivos de la guerra”, afirmó Netanyahu tras la reunión semanal con el gabinete de gobierno.
Siguiente fase
En una entrevista la semana pasada con el Canal 14, Netanyahu afirmó que la guerra estaba a punto de pasar a la siguiente fase; el mismo día que Gallant, en su visita a Washington, señalaba a sus contrapartes estadounidenses que la “fase C” de la guerra estaba a punto de comenzar.
El asesor de Seguridad Nacional, Tzachi Hanegbi, también aseguró al día siguiente que el plan de posguerra estaba a punto de implementarse en el norte de la Franja de Gaza “pronto”, aunque ninguno de los tres ofreció más detalles sobre lo que la nueva fase implica sobre el terreno.
Rafah
El Canal 12 informó ayer, citando a fuentes de seguridad, de que la operación militar en Rafah, extremo meridional de la Franja, había llegado a una situación que permite la “retirada táctica” de la mayoría de las tropas sin comprometer sus logros; y de que habían ampliado la zona de amortiguación en el Corredor Filadelfia –los 14 kilómetros de frontera con Egipto–, donde se espera que Israel mantenga su presencia para evitar el contrabando.
“Nuestras fuerzas están operando en Rafah, en Shujaiya y en toda la Franja de Gaza. Cada día eliminan a decenas de terroristas. Es una lucha dura que se libra en la superficie, a veces en batallas cara a cara, y en la clandestinidad”, afirmó Netanyahu.
Shujaiya
Fuentes de seguridad israelíes también apuntan a que la operación en Shujaiya, barrio del sureste de ciudad de Gaza, donde las tropas retomaron la ofensiva militar el pasado jueves por tercera vez desde el inicio de la guerra ante el retorno de Hamás, puede durar varias semanas. Allí murieron el sábado dos soldados israelíes y el número de bajas en las filas israelíes desde el comienzo de la ofensiva terrestre en el enclave asciende a 318.
“Envío mi más sentido pésame a las queridas familias de nuestros heroicos combatientes que cayeron en las batallas en la Franja de Gaza y en Judea y Samaria (Cisjordania ocupada) en la última semana. Estamos comprometidos con la voluntad de los caídos, hasta la derrota total de Hamás”, indicó el primer ministro.
Netanyahu subrayó que la guerra no cesará hasta la consecución de sus objetivos: la destrucción de Hamás, el retorno de todos los secuestrados, la promesa de que Gaza no representará más una amenaza para la seguridad de Israel y el regreso seguro de los residentes del sur a sus hogares
Liberación de los rehenes
“En cuanto a la sagrada tarea de liberar a nuestros secuestrados: no hay ningún cambio en nuestra posición sobre la propuesta del presidente Biden, que acogimos con agrado. Todo el mundo sabe una simple verdad: Hamás es el único obstáculo para la liberación de nuestros rehenes”, reiteró.
Asimismo, Netanyahu volvió a depositar en Hamás la responsabilidad exclusiva de la ausencia de acuerdo para conseguir la liberación de los rehenes en manos de las milicias palestinas e insistió en una doble vía “política pero, sobre todo, militar”, para conseguir su regreso.
“Aquí todo el mundo conoce una verdad muy sencilla: Hamás es el único obstáculo para liberar a todos nuestro rehenes”, manifestó después de que su oficina reiterara su disposición a aceptar un acuerdo conforme a los términos propuestos a finales de mayo por Joe Biden.