La principal organización independentista de Nueva Caledonia hizo ayer un llamamiento a la calma en el territorio y pidió una solución política negociada con vistas a una eventual independencia para lograr “un retorno a la normalidad” a largo plazo.

FNLKS

El Frente de Liberación Nacional Canaco y Socialista (FNLKS) reiteró en un comunicado “su llamamiento a la calma entre las personas movilizadas” para que la población, especialmente la más frágil, pueda reanudar su vida cotidiana “en confianza y seguridad”. Pero también advirtió al Estado francés sobre “los métodos de intervención” de las fuerzas policiales y aseguró que no tolerarán “ningún exceso ni desbordamiento” en caso de que actuaran “fuera del marco legal”.

Respuesta de Macron

El presidente, Emmanuel Macron, llegará hoy a la capital, Numea, para tratar de restaurar el diálogo político, y el FNLKS valora el desplazamiento como “una primera respuesta” que permita “reanudar un diálogo tranquilo y sereno. “Esta crisis solo puede tener una respuesta política” a través de un acuerdo que ponga en marcha “una última etapa de programación del acceso a la independencia”, señaló.

Bandera de Nueva Caledonia en una protesta en Francia. Europa Press/Contacto/Graham Mar

El FLNKS, una alianza de distintas organizaciones independentistas cuyos miembros son mayoritariamente nativos de ese territorio autónomo francés del Pacífico Sur, considera que, sin ese acuerdo, las operaciones de restablecimiento del orden público “no supondrán el retorno a la normalidad a largo plazo”.

Dentro de esta solución política pidió la congelación de la reforma constitucional francesa sobre el censo electoral de Nueva Caledonia, que los independentistas rechazan porque temen que diluya el peso de los nativos (aproximadamente el 40% de la población). Esta alianza advirtió también de que vigilará para que se aclaren “las condiciones en las que jóvenes canacos fueron asesinados cobardemente”.