La bandera de Suecia fue izada ayer en el cuartel general de la OTAN en Bruselas y en sus sedes en Europa y Norteamérica en una ceremonia para celebrar la entrada de ese país en la Alianza Atlántica en la que no faltaron las referencias a la guerra en Ucrania.

La bandera fue elevada en el círculo en el que están situados los estandartes de los otros 31 aliados –entre el de España y el de Turquía–, frente a la sede principal de la organización, en una ceremonia a la que asistieron el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg; el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, y la princesa heredera Victoria de Suecia.

“La adhesión de Suecia demuestra una vez más que la puerta de la OTAN sigue abierta. Nadie puede cerrarla. Cada nación tiene derecho a elegir su propio camino. Y todos elegimos el camino de la libertad y la democracia. El valiente pueblo de Ucrania está luchando por estos valores mientras hablamos”, afirmó Stoltenberg durante la ceremonia.