El balance de palestinos muertos a causa de la ofensiva militar lanzada por Israel contra la Franja de Gaza tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha superado la barrera de los 27.000, según han confirmado este jueves las autoridades del enclave, controlado por el grupo islamista.

El Ministerio de Sanidad gazatí ha señalado en un comunicado que "el balance de la agresión israelí ha aumentado a 27.019 mártires y 66.139 heridos", antes de especificar que durante las últimas 24 horas se han registrado 15 "masacres" cometidas por los militares israelíes.

Así, ha manifestado que durante el último día han muerto 118 personas, mientras que otras 190 han resultado heridas. "Varias víctimas siguen aún bajo los escombros y tiradas en la carretera, dado que la ocupación evita que las ambulancias y el personal de Defensa Civil llegue a ellas", ha denunciado.

El Ejército de Israel lanzó su ofensiva contra Gaza tras los ataques de Hamás, que dejaron cerca de 1.200 muertos y unos 240 secuestrados, según los balances publicados por las autoridades israelíes. Por otra parte, más de 365 palestinos han muerto en operaciones de las fuerzas de seguridad y ataques por parte de colonos en Cisjordania y Jerusalén Este desde el 7 de octubre.

Bloqueo a la ayuda humanitaria

Decenas de israelíes lograron este jueves de nuevo bloquear la salida de camiones de ayuda humanitaria dirigida a la Franja de Gaza desde el puerto de Ashdod, después de que el Ejército declarara zona militar cerrada los cruces de entrada al enclave para evitar protestas.

Las protestas en contra de la entrada de ayuda humanitaria a Gaza "para alimentar al enemigo mientras los rehenes pasan hambre", argumentan los manifestantes, comenzaron hace una semana ante el cruce de Kerem Shalom, donde Israel inspecciona los convoyes de ayuda enviados por la comunidad internacional para la Franja.

Tras varios días de manifestaciones en ese cruce, que conecta directamente Israel con Gaza, que lograron impedir por varias horas el flujo de camiones, el Ejército declaró zona militar cerrada la zona, lo que hizo que los manifestantes fueran a protestar al cruce de Nitzana, más al sur, fronterizo con Egipto.

Ante ello, el Ejército tuvo que declarar Nitzana, por donde pasan los camiones procedentes de Egipto para ser inspeccionados en Kerem Shalom, también área militar cerrada este jueves, haciendo ilegal la presencia de civiles en la zona.

Por ello, unas pocas decenas de manifestantes, alineados con la extrema derecha, acudieron este jueves a protestar al puerto de Ashdod, en el sur de Israel, desde donde también llega ayuda humanitaria internacional para el enclave.

"No tiene lógica que los camiones entren directamente en manos de los terroristas de Hamás", lamentó esta semana en un comunicado la organización de reservistas Tzav 9, alineada con la derecha.

Tanto ellos como familiares de algunos rehenes consideran que Israel no debe permitir la entrada de ayuda humanitaria "al enemigo", mientras quedan dentro del enclave 136 rehenes -aunque unos 28 se calcula que están muertos- pasando hambre.