El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, alertó este martes sobre el “veneno” del supremacismo blanco en un emotivo discurso en una histórica iglesia de la comunidad negra en Carolina del Sur, escenario de un crimen de odio en el que nueve afroamericanos murieron tiroteados en 2015.

Biden inició su alocución recordando cómo el 17 de junio de 2015 un grupo de feligreses dio la bienvenida a un hombre para que leyera la Biblia con ellos sin sospechar que ese individuo era un supremacista blanco que, tras sentarse con ellos durante 45 minutos, abrió fuego matando a nueve a feligreses e hiriendo a otros cinco.

“Ese día, la palabra de Dios fue atravesada por balas y por la furia del odio, impulsada no solo por pólvora, sino por un veneno. Un veneno que durante demasiado tiempo ha poseído a esta nación. Un veneno que es el supremacismo blanco, que ha desgarrado a nuestra nación a lo largo de nuestra historia”, proclamó Biden. “Un veneno –continuó– que no tiene cabida en América. ¡Ni hoy, ni mañana, ni nunca!”.

Durante todo su discurso, el presidente enfatizó los peligros del supremacismo blanco conectándolo con la ideología del expresidente Trump.

Una de las razones por las que Biden decidió postularse para la Presidencia, según ha contado en varias ocasiones, fue el horror que le provocó la marcha de supremacistas blancos en 2017 en Charlottesville (Virginia), donde los neonazis portaban antorchas y entonaban himnos racistas.