El Ejército de Israel continúa su fuerte ofensiva por aire, tierra y mar sobre la Franja de Gaza en la jornada 82 de su guerra contra el grupo islamista Hamás, pese a la creciente presión internacional por un cese el fuego que alivie la crisis humanitaria sin precedentes que azota al enclave palestino, donde ya suman unos 21.000 muertos.

“Tropas terrestres, aéreas y navales de las Fuerzas de Defensa de Israel continúan atacando objetivos terroristas en la Franja de Gaza”, indicó ayer en un comunicado el Ejército israelí, después de que las tropas se hicieran con el control casi total del norte del enclave.

En la zona de Shejaiya, uno de los barrios de Gaza ciudad, “las tropas identificaron a terroristas que dispararon contra las tropas, quienes ordenaron que un avión de la fuerza Aérea atacara y los matara”, informó un portavoz castrense. “El ataque provocó explosiones secundarias, lo que indica que la zona estaba llena de explosivos destinados a atacar a las tropas”, añadió.

Por otro lado, en la zona de Daraj Tufah, otro distrito de Gaza ciudad, los soldados israelíes “identificaron a un terrorista que se preparaba para dispararles un misil antitanque de corto alcance. Luego, las tropas ordenaron a los tanques que atacaran al terrorista y lo mataran antes de que pudiera disparar el misil”, añadió el vocero.

Atacan a "sospechosos"

Durante la noche anterior, las fuerzas de la Armada israelí identificaron en un complejo a “sospechosos que representaban una amenaza para las fuerzas terrestres y los atacaron”, además de realizar ofensivas “a lo largo de la costa” del enclave “para ayudar a las fuerzas terrestres”.

El Ejército de Israel aseguró además que desde que comenzó la guerra en Gaza no hubo ataques a su territorio procedentes de los túneles que utiliza Hamás en la Franja palestina: “Aunque ha habido varios incidentes cerca de la frontera, hasta el momento durante la guerra no ha habido ni un solo ataque desde túneles hacia territorio israelí”

Israel acusa repetidamente al grupo islamista Hamás de utilizar una extensa red de túneles para esconderse, guardar armamento y atacar a las fuerzas israelíes. La semana pasada el Ejército israelí mostró un túnel en Gaza de unos cuatro kilómetros de extensión a 50 metros de profundidad, el mayor que ha descubierto en el enclave palestino, situado a menos de medio kilómetro de la frontera con Israel y que fue una de las puertas de entrada de Hamás para cometer el brutal ataque del pasado 7 de octubre en suelo israelí.

La guerra estalló ese día tras un masivo ataque del grupo palestino que incluyó el lanzamiento de cohetes y la infiltración simultánea de unos 3.000 milicianos que masacraron a unas 1.200 personas y secuestraron a otras 250 en las poblaciones cercanas a Gaza. Desde entonces, el Ejército de Israel mantiene una fuerte ofensiva por aire, tierra y mar contra el enclave palestino, donde ya suman casi 21.000 los muertos y 55.000 los heridos.

Los combates cuerpo a cuerpo en la Franja dejaron en las últimas horas otros tres soldados muertos de entre 20 y 23 años. Esto eleva a 498 el número de soldados israelíes muertos desde que estalló la guerra, de los cuales 161 perdieron la vida en la incursión terrestre a la Franja, que se inició el 27 de octubre.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reiteró el día anterior que sus tropas intensificarán los combates y lucharán “hasta el final”, pese a una creciente presión, interna y externa, para un cese el fuego.

Crece la presión internacional

Francia pidió el martes a Israel un alto al fuego y exigió “medidas concretas” para proteger a los civiles de Gaza, donde casi todos los habitantes se encuentran desplazados, en medio de una crisis humanitaria sin precedentes por el colapso de los hospitales, el brote de epidemias y la escasez de agua potable, alimentos, medicinas o combustible, todo ello en pleno invierno.

Incluso Estados Unidos, principal socio de Israel y que ha vetado resoluciones en la ONU que piden un cese el fuego, intenta retomar con Catar una mediación para lograr una tregua como la que ocurrió durante siete días en noviembre, y que permitió la liberación de 105 rehenes y la entrega de ayuda humanitaria en Gaza.

Por otro lado, las familias de los cerca de 110 rehenes que siguen con vida en Gaza también están exigiendo un cese el fuego para proteger a sus seres queridos, pues varios de ellos han muerto en cautiverio, tres incluso a manos del Ejército israelí.

Aumentan los muertos en Gaza

El número de víctimas en la Franja de Gaza aumentó este miércoles a 21.110 muertos y 55.243 heridos, la mayoría niños y mujeres, informó el Ministerio de Sanidad del enclave palestino. “Solo en las últimas 24 horas las fuerzas de ocupación israelíes cometieron 16 masacres contra familias enteras, dejando 195 muertos y 325 heridos”, indicó en un comunicado Ashraf al Qudra, portavoz del ministerio controlado por Hamás.

El Ejército de Israel informó el día anterior que sus tropas estaban intensificando la ofensiva en Jan Yunis, un bastión de Hamás en el sur del enclave palestino donde se cree que se oculta Yahya Sinwar, el jefe del grupo islamista en Gaza.

Y este miércoles, las autoridades gazatíes denunciaron que los soldados israelíes siguen asediando y “aumentando sus ataques” contra el Complejo Médico Naser, el más importante de esa zona, temiendo que se repita el mismo esquema del hospital Al Shifa, el más importante de toda la Franja y que fue desmantelado luego de que el Ejército israelí halló infraestructura de Hamás en su subsuelo.