El presidente de Argentina, Javier Milei, ha firmado este domingo un decreto para reducir a nueve el total de ministros que formarán parte de su gabinete y ha tomado juramento de ellos a puerta cerrada durante una ceremonia en la que no se ha permitido el acceso de periodistas ni ha sido retransmitida al público.

La Oficina del Presidente confirmó a través de la red social X, anteriormente conocida como Twitter, que Milei había firmado el decreto de designación de ministros a nueve, dividiendo a la mitad las carteras del Poder Ejecutivo, ya que hasta ahora había 18 ministerios.

El equipo de Milei estará coordinado por Nicolás Posse, que se desempeñará como jefe de gabinete. La ministra de Exteriores es Diana Mondino; el ministro de Economía, Luis Caputo; y el titular de Interior, Guillermo Francos. La ministra de Capital Humano es Sandra Pettovello; el titular de Salud es Mario Russo; el Ministerio de Justicia está en manos de Mariano Cúneo Libarona y la cartera de Infraestructura la llevará Guillermo Ferraro.

Por otro lado, Patricia Bullrich y Luis Petri, que se enfrentaron a Milei en la primera vuelta de las elecciones bajo el partido Juntos por el Cambio, han jurado como ministros de Seguridad y Defensa, respectivamente.

Karina Milei, la hermana del jefe de Estado, ha asumido el puesto de secretaria general de la Presidencia. El resto de ministerios --Ciencia e Innovación, Medio Ambiente, Turismo y Deporte, entre otros-- serán absorbidos por otras carteras.

Milei ha asumido este domingo el cargo, después de ganar con más de diez puntos porcentuales en la segunda vuelta al candidato oficialista Sergio Massa. El ultraderechista ha prometido medidas económicas de, según ha reconocido él mismo, provocarán que "de corto plazo la situación empeorará", aunque sentará las bases de la "reconstrucción del país".

"Hoy comienza una nueva era en Argentina", ha proclamado en su discurso de investidura, con el que pretende poner fin a "cien años de despilfarro de la clase política". Para ello, plantea "un nuevo contrato social" para construir un país "en el que el Estado no dirija nuestras vidas sino que vele por nuestros derechos", un nuevo camino de "reconstrucción".