Según datos del último eurobarómetro, casi 9 de cada 10 encuestados (87%) coincidieron en sentirse ciudadanos de la Unión Europea Unión y dos tercios (66%) habían oído hablar del término “ciudadano de la Unión Europea” y decían saber su significado, mientras que el 25% había oído hablar del término, pero no estaba seguro de lo que significaba, y el 9% no había oído hablar del término en absoluto. Asimismo, la mitad de los encuestados dijeron que se sentían bien informados sobre sus derechos como ciudadanos de la Unión Europea, un tercio no se sentía muy bien informado y el 16% no se sentía en absoluto informado. La batalla por los derechos de ciudadanía es la clave para poder avanzar en el sentimiento de identidad común europeo. Sí la UE no es capaz de salvaguardar a nivel de todos los Estados miembros esos derechos, de nada sirve ceder soberanía y perder libertades.

Derechos de la ciudadanía

El Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea otorga a los ciudadanos el derecho: a no discriminación por razón de nacionalidad; a circular y residir libremente dentro de la UE; a votar y presentar la candidatura en las elecciones municipales y al Parlamento Europeo; a acogerse a la protección consular (ayuda de la embajada o consulado de cualquier otro país de la UE a los ciudadanos de la UE en peligro en un país de fuera de la UE que no disponga de embajada o consulado de su propio país); al derecho de petición ante el Parlamento Europeo y derecho a recurrir al Defensor del Pueblo Europeo; de poner en marcha o apoyar una iniciativa ciudadana europea, en la que se pida a la Comisión Europea que proponga legislación sobre una cuestión que les afecte; a ponerse en contacto y recibir una respuesta de cualquier institución en cualquiera de las lenguas oficiales de la UE y a acceder a los documentos del Parlamento Europeo, la Comisión Europea y el Consejo, con determinadas condiciones. Por último, todos los ciudadanos de la UE tienen igualdad de acceso a la función pública de la UE.

El informe

Desde el último informe de situación de 2020, muchas iniciativas de la Comisión han logrado resultados significativos y avances para los derechos de los ciudadanos de la UE. La seguridad de los documentos de identidad y de residencia de los ciudadanos se ha reforzado y la cartera de identidad digital de la UE simplificará aún más la vida cotidiana de los ciudadanos. Además, el Certificado covid Digital facilitó el ejercicio de la libre circulación durante la pandemia. La Comisión también ha adoptado iniciativas para abordar las dificultades a las que se enfrentan los ciudadanos desplazados de la UE que intentan ejercer su derecho a votar y presentarse como candidatos en las elecciones al Parlamento Europeo y en las elecciones municipales y ha facilitado la ejecución o el apoyo de iniciativas ciudadanas europeas. Basándose en el Plan de Acción para la Democracia Europea, la Comisión adoptó una propuesta legislativa emblemática sobre transparencia y orientación de la publicidad política, y también avanzó en el aumento de la participación de los ciudadanos en todas las etapas del proceso democrático, incluso con los paneles de ciudadanos europeos.

Lucha contra el odio

Pero ahora preocupan de manera significativa el incremento de los delitos de odio y la discriminación de todo tipo. Por eso la Comisión ha seguido trabajando para lograr una verdadera Unión de la Igualdad. Ha propuesto varias medidas nuevas en materia de igualdad y lucha contra la discriminación, mejorando los derechos de las personas con discapacidad mediante la adopción de herramientas específicas para apoyar su inclusión. Poniendo en marcha organismos de igualdad, protección de los derechos de las personas LGBTIQ, la promoción de la igualdad de género y la lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica. Respecto a los delitos de odio y la discriminación por raza y creencia religiosa, uno de los principales objetivos es garantizar una participación significativa de los gitanos en la sociedad y abordar el racismo, el antigitanismo, el antisemitismo y el odio antimusulmán, que se está mostrando creciente a raíz del conflicto en la franja de Gaza. Pero todo pasa por lograr que el discurso de odio y los delitos de odio estén tipificados como delito en toda la UE, algo que por desgracia no es así a fecha de hoy, lo que significa una realidad que cuestiona los principios y valores en los que se basa nuestra Unión. l