Líderes de todo el mundo abordan este sábado en Egipto la crisis de Gaza, una cumbre diplomática sin precedentes liderada por el país árabe que busca contener la expansión del conflicto, lograr una solución humanitaria para el enclave bajo asedio y abordar de forma integral la "cuestión palestina".

Ésta será la mayor movilización diplomática hasta la fecha para tratar la escalada de la violencia entre Israel y el grupo islamista Hamás tras el ataque del pasado día 7 de octubre en territorio israelí, que dejó al menos 1.400 personas muertas, y el inicio de la represalia indiscriminada del Estado judío contra la Franja de Gaza.

La urgencia y la crudeza de la situación, con 2,2 millones de gazatíes bajo fuego -ya van cerca de 4.000 muertos- y asediados en un minúsculo territorio al que Israel cortó el agua, la luz, y el suministro de alimentos y combustible, y el miedo a que la situación, que ha incendiado tanto a la población como a los gobiernos de los países de la región, se expanda a otros territorios y con otros actores, hace que esta reunión tenga una especial relevancia.

Alta participación

Prueba de ello es la nómina de jefes de Estado, de Gobierno, ministros y altos representantes que han confirmado su asistencia a un encuentro que tendrá lugar en la Nueva Capital Administrativa, una ciudad de nueva planta creada en medio del desierto por el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, a unos 50 kilómetros al este de El Cairo.

Son 31 los países y tres las organizaciones internacionales que estarán presentes, encabezadas por el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, de acuerdo a la televisión estatal egipcia Al Qahera News.

El presidente en funciones español, Pedro Sánchez, y el responsable de la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, estarán allí junto con el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el canciller alemán, Olaf Scholz; la primera ministra italiana, Giorgia Meloni; el primer ministro británico, Rishi Sunak; el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, según las fuentes de la cadena egipcia.

Entre los países árabes, particularmente afectados por el conflicto, estarán presentes, además de Al Sisi, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás; el rey de Jordania, Abdalá II; el emir de Catar, Tamim al Thani; el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abugheit; el presidente de Irak, Mohamed al Sudani. y el primer ministro de Emiratos Árabes Unidos, Mohamed bin Rashid. Arabia Saudí también enviará un representante, cuyo nombre aún no transcendió.

El sultán de Omán, Haitham bin Tarik, el presidente de Sudáfrica, Ciryl Ramaphosa, y el presidente de la Unión Africana, Azali Assumani serán otros invitados. Marruecos, Noruega, Túnez, Argelia, Mauritania, Brasil y Turquía tendrán también representación.

Estados Unidos enviará a su recientemente nombrado enviado especial para Oriente Medio, David Satterfield.

China también estará presente con su enviado para la región, Zhai Jun, mientras que Rusia también tendrá un enviado.

Agenda de la cumbre

Tan amplia como la lista de invitados es la de los temas a tratar y resolver, con un mundo árabe resuelto a defender los derechos del pueblo palestino ante la represalia israelí y los intentos para convertir la situación de Gaza en una expulsión de facto de los habitantes de la zona hacia la península del Sinaí.

En la región la defensa unilateral de Occidente a Israel ha causado mucha desazón, con una opinión pública muy molesta por el trato que recibe Palestina frente a lo que perciben como intentos de "limpieza étnica" israelí.

Occidente ha defendido el derecho de Israel a defenderse, si bien algunas voces ya comenzaron a presionar para que se intente preservar a los civiles de la represalia y que pueda ingresar ayuda humanitaria a la Franja de Gaza.

Este cambio de tono fue patente anoche en el discurso televisado del presidente estadounidense Joe Biden, quien pidió por vez primera a Israel desde que inició la escalada "que no se deje llevar por la ira", que se "aferre a valores democráticos" y que la "islamofobia" que generó el ataque de Hamás "debe ser denunciada".

La visita el pasado miércoles de Biden a Israel, justo después de que un bombardeo, cuya autoría aún no ha sido determinada independientemente, masacrara a 471 personas que se refugiaban en un hospital de Gaza, parece haber destrabado la negativa israelí a permitir la entrada de ayuda.

Sin embargo, aún no ha sido posible que el material que se acumula en la frontera egipcia con el enclave ingrese en el territorio.

En el cónclave se buscará también cómo buscar soluciones a largo plazo para el enconado conflicto y sobre todo contener la expansión del mismo, con un ojo puesto en el futuro de la causa palestina y en un proceso de paz creíble y justo.