El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, hizo hoy oídos sordos a los últimos llamamientos a renunciar a los territorios ocupados por Rusia, incluida la anexionada península de Crimea, en favor de un arreglo pacífico, y mantiene firme su apuesta por el éxito de la contraofensiva.
"Preparamos cosas fuertes para Ucrania, para el reforzamiento de nuestro Estado y nuestras tropas (...). Armamento para nuestros soldados. Nuevo potencial para nuestra defensa. Nuevos paquetes de ayuda de nuestros socios", aseguró Zelenski en su tradicional alocución televisiva.
Zelenski recordó que el próximo 24 de agosto se cumplirá el aniversario de la independencia de Ucrania y también un año y medio desde el comienzo de la guerra con Rusia.
Visita a un fiel aliado
En un viaje sorpresa, se reunió el sábado en Estocolmo con el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, para abordar el envío de armamento después de que el país escandinavo prometiera otros 300 millones de dólares en asistencia militar.
La ayuda consiste en munición y piezas para los carros de combate 90 y 122, y el sistema de artillería Archer, pero Zelenski insistió en la red social X que Kiev también está interesado en los blindados de fabricación sueca CV-90s para su producción en territorio ucraniano.
Ya en rueda de prensa, Zelenski aseguró que quiere negociar con Estocolmo la entrega de cazas suecos Gripen -con los que pilotos ucranianos ya están entrenando- y adelantó que negociará esta semana con otros países el suministro de aviones de guerra, entre los que figura el europeo Eurofighter Typhoon.
Suecia, que decidió entrar en la OTAN igual que Finlandia tras la intervención rusa en Ucrania, sigue pendiente de completar su proceso de integración a falta de que Turquía ratifique su ingreso.
Zelenski insiste en que la única forma de arreglar el conflicto es suministrando armamento occidental a Kiev, incluido los F-16 estadounidenses, que podrían cambiar la suerte de la contienda.
El presidente de EEUU, Joe Biden, compartió el optimismo de Zelenski al asegurar durante una cumbre con Japón y Corea del Sur que "Rusia ya ha perdido", puesto que es imposible que logre los objetivos que se marcó al comienzo de la campaña militar.
Contrarrestar el derrotismo de occidente
Kiev está agilizando los esfuerzos diplomáticos para contrarrestar tanto el hartazgo de Occidente tras casi 18 meses de guerra como las declaraciones derrotistas de algunos de sus representantes.
El jefe de gabinete del secretario general de la OTAN, Stian Jenssen, insinuó el martes durante un foro político en Noruega que una posible solución al conflicto era que Ucrania "cediese" territorio a cambio de ingresar en la Alianza.
Su jefe, Jens Stoltenberg, le desautorizó poco después asegurando que "es Ucrania y solo Ucrania la que puede decidir cuándo se dan las condiciones para una negociación y la que puede decidir en una mesa de negociaciones qué es una solución aceptable".
El expresidente francés, Nicolas Sarkozi, volvió a meter el dedo en la llaga al afirmar al día siguiente que pensar que se pueda volver al 24 de febrero, es decir, que Rusia retire sus tropas de territorio ucraniano, es una mera "ilusión", y demandó un compromiso con Rusia.
También descartó un ingreso ucraniano en la OTAN y la Unión Europea, y propuso un referéndum como el crimeo en los territorios ocupados, humillantes propuestas de "tierra por paz" que la Presidencia ucraniana rechazó categóricamente.
La contraofensiva continúa su curso
Por si hubiera alguna duda, el ejército ucraniano continúa activamente su contraofensiva en el frente sur, donde ha sido especialmente exitosa en las últimas dos semanas con la toma de territorios y algunas localidades en las regiones de Donetsk y Zaporiyia.
Según fuentes estadounidenses citadas por el canal CBS, unidades ucranianas habrían atravesado una línea defensiva rusa llena de campos de minas en dirección a Tokmak, localidad situada a menos de 60 kilómetros de Melitópol, objetivo número uno de Kiev en Zaporiyia.
La inteligencia británica considera que los últimos avances ucranianos hacia el mar de Azov han sido exitosos, todo lo contrario que los rusos en la zona de Kupiansk, en la región nororiental de Járkov.
Mientras, la Inteligencia estadounidense, según The Washington Post, es pesimista sobre la posible toma de Melitópol antes de la llegada del general invierno.
A su vez, Kiev siguió utilizando profusamente los drones para golpear la retaguardia rusa, desde Moscú a la región fronteriza de Bélgorod, donde la defensa antiaérea rusa derribó el domingo dos aparatos enemigos.
Sí lograron parcialmente su objetivo los ucranianos en un aeródromo militar en la región noroccidental de Nóvgorod, donde resultó dañado un avión de combate, según admitió el Ministerio de Defensa ruso.