Al menos 66 personas fueron detenidas este martes en las protestas a lo largo de todo Israel en contra de la reforma judicial, mientras que el foco de las movilizaciones se trasladó al aeropuerto internacional de Ben Gurión, en Tel Aviv, después de haber bloqueado durante horas las principales carreteras del país.

La mayoría de las detenciones tuvieron lugar en Tel Aviv, donde hubo varios focos de protestas y la policía llegó a desplegar cañones de agua en la céntrica avenida Kaplan, epicentro del movimiento de protestas desde hace seis meses, para dispersar a los manifestantes causando varios heridos. “La Policía de Israel continuará permitiendo la libertad de expresión y protesta dentro de los límites de la ley, pero no la violación del orden público, la interrupción de las normas de tránsito o el peligro para los automovilistas”, indicó el portavoz, que señaló que los agentes han “operado desde primeras horas de la mañana en muchos puntos críticos donde se han producido disturbios”.

Esta “jornada de resistencia” se convoca después de que la Knéset, el Parlamento israelí, aprobara la pasada madrugada en primera lectura un proyecto de ley que elimina la doctrina de la razonabilidad, que permite al Supremo revisar y revocar decisiones gubernamentales con base en si son razonables o no, uno de los pilares de la reforma judicial.

Los líderes de las protestas –amplio movimiento que aglutina sectores como la alta tecnología, universitarios o reservistas– llamaron a los ciudadanos a “reunirse y salvaguardar la democracia israelí”.

PROTESTA EN EL AEROPUERTO

Después de haber congregado miles de personas en las principales carreteras y autopistas del país a primera hora de la mañana, para después continuar frente a la Knéset en Jerusalén y en el centro de Tel Aviv, las movilizaciones se trasladaron después al aeropuerto internacional de Ben Gurión, el principal del país.

Allí, cientos de pasajeros trataban de abrirse paso entre el caos desatado por la marea de manifestantes, que con el puño arriba y ondeando banderas israelíes, gritaban “democracia”; mientras decenas de agentes de policía trataban de contenerles para evitar que bloquearan del único carril para taxis y autobuses. “Nuestra democracia está en peligro, amenazada por este gobierno. Están tratando de robar nuestras libertades”, afirmó Iris Shaked, una israelí de 58 años. “Israel es una democracia. Y en una democracia la mayoría decide. Yo no soy parte de esa mayoría, eso está bien. Pero cuando la mayoría ataca el corazón del sistema democrático, es el momento de salir a la calle”, indicó Rafi Levy, ingeniero retirado.

El Gobierno, especialmente su ala ultraderechista, pidió el domingo a la Fiscal General, Gali Baharav-Miara, que declarara ilegal la protesta en el aeropuerto, pero ésta se negó alegando que “es un lugar público donde la ciudadanía tiene derecho a la manifestación”.