La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó ayer de que ya han muerto al menos 1.073 personas y otras 11.704 han resultado heridas desde el inicio de los combates en Sudán entre el ejército del país y los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).

Según estos datos, que la OMS recibe del Ministerio Federal de Salud de Sudán, 230 de estas muertes se han producido en la capital del país, Jartum, donde han resultado heridas al menos 3.508 personas.

La portavoz de la OMS, Carla Drysdale, aseguró que sólo una de cada cinco infraestructuras médicas funcionan correctamente en Jartum y se refirió a la inseguridad a la que se están enfrentando tanto los profesionales sanitarios como los pacientes en la ciudad.

Drysdale indicó que 24,7 millones de personas precisan de ayuda humanitaria en todo el país, entre los que se encuentran 4 millones de niños y mujeres embarazadas o lactantes, que están en situación de desnutrición severa.

Antes del inicio del conflicto, 3,7 millones de personas ya eran desplazados internos en Sudán -mayoritariamente en la región occidental de Darfur-, un dato al que ahora se añaden otros 2,2 millones de personas.

Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). 528.000 personas han salido de Sudán en los últimos dos meses para huir del conflicto como refugiados.

Denuncia

En este contexto, las FAR acusarom ayer a militares del Ejército de Sudán de la tortura y posterior ejecución de dos de sus combatientes en “brutal acto criminal” y parte de un “comportamiento bárbaro” que tendrá “consecuencias nefastas” para el desarrollo del conflicto que enfrenta a ambos bandos desde el pasado 15 de abril.

Las FAR realizaron esta acusación a través de un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, sin dar más detalles sobre lo ocurrido más allá de asegurar que los combatientes no representaban ninguna amenaza para las fuerzas sudanesas.