China y Brasil publicaron ayer una declaración conjunta en la que acordaron que el diálogo y la negociación son la “única salida factible a la crisis’ en Ucrania”, después de que los líderes de ambos países, Xi Jinping y Luiz Inácio Lula da Silva, mantuvieran una reunión en la capital china.

En el documento, ambas partes afirman que “la situación internacional está enfrentándose a cambios” y que se ha de “trabajar para promover los valores comunes de toda la humanidad”.

El comunicado refleja que Brasil “ve positivamente” la postura china con respecto al conflicto, a la que el país sudamericano describe como “útil” para buscar una salida pacífica, en referencia al documento de toma de posición publicado por Pekín en febrero en el que pide “una solución política” a la guerra, propuesta criticada por Occidente por poner en el mismo plano “al agresor y al agredido”.

En el documento de febrero, China, que se opone a las sanciones contra Moscú, defiende el respeto a la integridad territorial de todos los países, incluido Ucrania, y a las “legítimas preocupaciones de seguridad de todas las partes”, en referencia a Rusia.

La declaración conjunta enfatiza el “papel central” de las Naciones Unidas en el sistema internacional y reafirma el compromiso bilateral de “promover la democratización de las relaciones internacionales y practicar el multilateralismo”.

Lula da Silva se reunió ayer en Pekín con su homólogo chino, Xi Jinping, quien le manifestó que las relaciones entre ambas partes “jugarán un papel clave para la estabilidad y paz mundiales”.

Lula, que llegó el jueves a la capital y desarrolló ayer la segunda jornada de su visita de Estado a China, fue recibido con honores por Xi en el Gran Palacio del Pueblo antes del encuentro. Durante la reunión, que duró unos 50 minutos, Xi aseguró que China y Brasil “son dos de los grandes países en desarrollo y dos importantes mercados emergentes. Nuestras relaciones son estables y están en constante desarrollo”.

“Tenemos intereses comunes y China va a dar prioridad a nuestras relaciones amistosas. Esta es una relación que beneficiará a ambos y la apertura de China traerá oportunidades para todos”, dijo Xi al comienzo de la reunión.

Iniciativa de seguridad

El mandatario agregó que el país asiático busca “la creación de un nuevo paradigma de desarrollo” y mencionó la Iniciativa Global de Seguridad, un proyecto anunciado por Xi en abril de 2022 y que se opone al uso de sanciones en el escenario internacional. Asimismo, los dos países acordaron que “no se puede omitir el impacto del cambio climático” y se emplazaron a “fortalecer la cooperación en los campos de protección ambiental” y a “hacer frente al cambio climático y a la pérdida de biodiversidad”.

En el ámbito biosanitario, Brasilia y Pekín se comprometieron “a cooperar más estrechamente para mitigar el riesgo de epidemias” y a “promover intercambios científicos bilaterales en la producción de vacunas”.

El documento plasma además el apoyo de ambos países emergentes al “sistema multilateral comercial centrado en la Organización Mundial del Comercio” y a la promoción de “una globalización económica más abierta, inclusiva y equilibrada”.

Las dos partes describieron el viaje de Lula al gigante asiático, que comenzó este miércoles, como un “completo éxito”, y el líder brasileño invitó a Xi a viajar a Brasil en 2024, año en el que se cumplirán 50 años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre las dos naciones.

Lula y Xi presidieron la firma de 14 de acuerdos para estrechar lazos en el área comercial, protocolos fitosanitarios, tecnología, desarrollo, transición energética y otros ámbitos de colaboración en el marco de la asociación estratégica bilateral.