El ciudadano belga Olivier Vandecasteele, un trabajador humanitario detenido en Irán, ha sido condenado a 28 años de prisión por un tribunal de Teherán, según informó ayer su familia. Vandecasteele, de 41 años y encarcelado en Irán desde el 24 de febrero pasado, ha sido condenado por cargos “todavía desconocidos”, afirmó el portavoz de la familia, Olivier Van Steirtegem, en la nota de la que se hacen eco los medios belgas.

La familia conoció la noticia el pasado martes durante una reunión que mantuvo con varios miembros del gobierno federal, incluido el primer ministro Alexander De Croo y el ministro de Justicia, Vincent Van Quickenborne, según el portavoz.

“¿Vamos a decidir dejar a un inocente belga en las mazmorras iraníes hasta que tenga 69 años?”, se preguntó la familia de Vandecasteele, que considera que su extradición a Bélgica “ya no es un tema de debate, sino de vida o muerte”. El Ejecutivo belga aseguró a la familia que “sigue explorando todas las vías posibles para el regreso de Vandecasteele a Bélgica”, según el comunicado.

Al parecer en huelga de hambre desde hace un mes, Vandecasteele está recluido en régimen de aislamiento, sufre graves problemas de salud y no puede ser asistido por un abogado de su elección, dijo su familia.

La Corte Constitucional de Bélgica suspendió la semana pasada la ley que sancionaba el Tratado para el traslado de personas condenadas, recientemente concluido con Teherán, a la espera de una decisión sobre el fondo, que podría llevar a su cancelación. Sus detractores afirman que el texto parece hecho a la medida para permitir que el diplomático iraní Assadollah Assadi, condenado en 2021 por terrorismo a 20 años de prisión, sea entregado a Irán.

Assadi fue condenado por un tribunal de Amberes (en el norte de Bélgica) a 20 años de prisión por su participación en el intento de atentado contra la reunión anual del Consejo Nacional de la Resistencia Iraní (CNRI) en junio de 2018 en París y cumple actualmente su condena en una prisión de Bélgica.