El ejército surcoreano movilizó hoy decenas de aviones de combate tras identificar un gran despliegue de aeronaves de Corea del Norte, que en los dos últimos días ha lanzado unos 30 misiles para responder a unas grandes maniobras aéreas de Seúl y Washington.

"Nuestro ejército adoptó medidas tras identificar unas 180 estelas de vuelo de aviones militares norcoreanos entre las 11:00 y las 15:00 (2.00-6.00 GMT) de hoy, viernes 4 de noviembre", señaló el ministerio de Defensa surcoreano en un comunicado.

"Las Fuerzas Aéreas de la República de Corea (nombre oficial del Sur) movilizaron rápidamente sus recursos superiores, incluyendo 80 unidades de F-35A", explicó el texto, que añadió que unas 240 aeronaves que participan en los ejercicios combinados con EE.UU. Vigilant storm mantienen una "postura vigilante" mientras realizan las mencionadas maniobras.

La detección de las aeronaves norcoreanas se produce después de que Pyongyang lanzara entre el miércoles y el jueves en torno a 30 proyectiles.

Uno de ellos, un misil balístico de largo alcance (ICBM), aparentemente falló en pleno vuelo cuando se disponía a sobrevolar Japón, mientras que otro de corto alcance aterrizó muy cerca de aguas territoriales surcoreanas, algo que nunca antes había sucedido.

En represalia por estos lanzamientos los aliados han anunciado que los ejercicios, que involucran a unos 240 aeronaves y que debían concluir hoy, se prolongarán hasta el sábado.

Vigilant storm es el mayor ejercicio aéreo combinado de Corea del Sur y EE.UU. desde 2017 e incluye la movilización de cazas F-15, F-16, EA-18G (la versión del cazabombardero F-18 adaptada para escenarios de guerra electrónica), F-35A y F-35B, que a diferencia del F-35A puede realizar despegues en corto y despegues y aterrizajes en vertical.

Es la primera vez que el Pentágono ha llevado unidades del F-35B a territorio surcoreano, un factor que puede haber enfurecido especialmente a Pyongyang, que el martes ya amenazó con responder de manera contundente a estos juegos de guerra.

La tensión en la península está alcanzando cotas inéditas ante las repetidas pruebas de armas norcoreanas, las maniobras de los aliados y la posibilidad de que, tal y como indican los satélites, el régimen de Kim Jong-un ya esté listo para realizar su primera prueba nuclear desde 2017.