El bloque de centroizquierda de la primera ministra socialdemócrata, Mette Frederiksen, ganó ayer las elecciones legislativas danesas con el 47,5% pero dependería de apoyos para gobernar, según un sondeo de la televisión pública DR.

Frederiksen y sus aliados obtendrían 85 escaños frente a 73 de la oposición de derechas, con lo que los 17 diputados de Los Moderados –una nueva formación encabezada por el ex primer ministro liberal Lars Lkke Rasmussen y que apuesta por un Gobierno de centro– serían decisivos.

El Partido Socialdemócrata fue el más votado con el 23,1%, dos puntos menos, por delante del Partido Liberal, con el 13,6% y casi diez menos, en un Parlamento danés muy fragmentado en el que obtendrían representación hasta doce formaciones políticas.

El ultraderechista Partido Popular Danés (DF), que en 2015 fue la segunda fuerza más votada y llegó a ganar unos comicios europeos en Dinamarca, continuaría con la caída sufrida en los últimos años y quedaría como la formación política más pequeña de la Cámara, con el 2,5%, medio punto por encima de la barrera mínima. El relevo como fuerza de corte xenófobo con mayor representación parlamentaria lo tomaría Demócratas de Dinamarca, de la exministra de Integración liberal Inger Stjberg, que entraría con el 6,9%.

Rasmussen sería el gran triunfador de los comicios y tendría la llave para decidir quién gobierna.