La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, viajó ayer a Armenia, país que esta semana se vio envuelta en una serie de choques fronterizos con Azerbaiyán. Estas tensiones fronterizas que costaron la vida a por lo menos dos centenares de militares.

Pelosi afirmó que la visita ya estaba planificada de antemano y que responde a una invitación realizada hace tiempo, según dijo en Berlín, donde asistió el viernes a una reunión de los presidentes de los Parlamentos del grupo de las siete potencias del mundo, el G-7, del que Alemania ejerció la presidencia de turno.

Genocidio

Pelosi reiteró que, tal y como reconoció el presidente Joe Biden el año pasado, “lo que pasó hace más de cien años fue un genocidio” y explicó que la acompañarán dos estadounidenses de origen armenio implicados en la campaña que logró que se oficializase la declaración sobre el exterminio masivo de armenios a manos del Imperio Otomano.

En Estados Unidos y en particular en el estado de California hay muchos ciudadanos de origen armenio hasta el punto de que “más que una diáspora son parte de la población”, según afirmó la propia Pelosi.

La presidenta de la Cámara de Representantes puntualizó que los armenios se enfrentan a muchos “retos de derechos humanos”. Sin embargo, Pelosi optó por no hacer referencia a las hostilidades con Azerbaiyán, que están siendo las peores y más tensas de los últimos dos años, ni al alto el fuego proclamado el miércoles.

En relación a la reunión del viernes en Berlín en el marco del G-7 para tratar cuestiones de apoyo a Ucrania, Pelosi destacó que la solidaridad con Kiev continuará “hasta que callen los cañones”, mientras que contra Rusia se deben imponer “sanciones, sanciones y sanciones” para que “sufra por lo que hace”.

Apoyo financiero a KIEV

En las próximas dos semanas, el Congreso estadounidense pondrá a disposición de Ucrania más medios financieros, dijo, y agregó que el presidente de la Rada ucraniana, Ruslán Stefanchuk, que también participó en el encuentro, le proporcionó una lista de necesidades.

En relación al constante incremento en los precios de los carburantes y la energía, Pelosi afirmó que aunque la subida de precios sea preocupante, es la gente de Ucrania la que “arriesga su vida” en defensa del modelo de democracia liberal, por lo que occidente les debe “todo tipo de ayuda”.

En la misma línea se expresaron la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, asistente asimismo a la visita de sus colegas del G-7, y su homóloga de la cámara baja del Parlamento alemán (Bundestag), Bärbel Bas, que fue la anfitriona del encuentro de este encuentro.

“Está en juego la existencia y la independencia de Ucrania y de nuestro orden de seguridad en Europa”, afirmó Bas, que agregó que la reunión también incluyó cuestiones de formación política, según dijo, para la lucha contra la desinformación y el fortalecimiento de la democracia.

Estos acontecimientos suceden apenas mes y medio después de que Pelosi visitara Taiwán provocando una enorme tensión entre Taipéi y Pekín, haciendo que esos últimos desarrollaran una serie de ejercicios militares en Taiwán.