Millones de niños regresaron este lunes a las clases presenciales en Filipinas, que volvió a reabrir sus colegios públicos y privados tras más de dos años de educación a distancia debido a la pandemia de la covid-19.

Desde la mañana, decenas de niños con uniformes escolares y mascarillas aguardaban en colas para hacer el control de temperatura y desinfectarse las manos antes de adentrarse en las instalaciones de varios de los colegios de Manila, que poco a poco retoma su "nueva normalidad".

En el marco del proceso de desescalada, más de 24.000 escuelas distribuidas por todo el país retomaron hoy las clases presenciales de forma integral, mientras que casi 30.000 adoptarán un modelo híbrido hasta octubre, según los datos facilitados por el Gobierno.

Hasta inicios de noviembre, todos los centros educativos del país deberán haber completado la transición para el sistema presencial, según explicó el Departamento de Educación, que espera que cerca de 28 millones de niños vuelvan a las aulas en este año académico.

La irrupción del coronavirus, en marzo de 2020, llevó al Gobierno filipino a cerrar los colegios durante los cursos académicos de 2020-2021 y 2021-2022 en el país, que se vio sumergido en uno de los confinamientos más largos y estrictos de todo el mundo.

El cierre prolongado de los colegios despertó la preocupación entre los expertos, quienes han advertido sobre los posibles efectos en la salud de los estudiantes, así como el deterioro del ya debilitado sistema educacional del país.

Así, varias organizaciones, entre ellas Unicef, celebraron este lunes la vuelta de los niños a las aulas, al considerar que se trata de un "primer paso" para mitigar los impactos dejados por la "crisis" educativa y "recuperar las pérdidas de aprendizaje relacionadas con la pandemia".

"Al dar la bienvenida a los niños a las clases hoy, recordemos que este es el primero de muchos pasos en nuestro camino de recuperación del aprendizaje. Cada día que pasamos en el aula es una oportunidad para mejorar y trazar la ruta hacia un sistema educativo eficaz, equitativo y resiliente", señaló en un comunicado el representante de Unicef en Filipinas, Oyunsaikhan Dendevnorov.

No obstante, el esperado regreso a las clases presenciales no fue recibido de forma unánime, ya que algunos profesores organizaron protestas para pedir la reapertura segura de los centros escolares debido a que el Departamento de Educación adoptó una "política de no discriminación" que permite a los estudiantes y al personal escolar asistir a clases presenciales independientemente de su estado de vacunación contra la covid, cuya tasa en el país permanece muy por debajo de lo recomendado por las autoridades sanitarias.

Según datos divulgados el pasado viernes por el Departamento, tan solo un 19% de los escolares en Filipinas han sido vacunados completamente contra el coronavirus, mientras que el 92% de los trabajadores de la educación han completado la pauta de inmunización, en momentos en que el país vuelve a sufrir nuevos brotes por el surgimiento de nuevas variantes.

A día de hoy, Filipinas, de unos 110,2 millones de habitantes, acumula más de 3,8 millones de casos y 60.000 decesos desde el inicio de la emergencia sanitaria.