Expertos de la ONU mostraron este jueves en un comunicado su apoyo al líder indígena colombiano Pedro José Velasco Tumiño, que lleva casi un año sufriendo amenazas por su activismo, y alertaron del continuo acoso que sufren muchos defensores de derechos humanos en Colombia críticos con proyectos empresariales.

Las amenazas graves, incluidas las de muerte, son especialmente habituales en Colombia enfrentados a determinadas actividades empresariales que suponen conflictos por el uso intensivo de tierras, denunció la relatora de la ONU para los defensores de derechos humanos, Mary Lawlor, una de las firmantes del comunicado.

Velasco es miembro del pueblo misak, que desde julio de 2021 se ha manifestado en el departamento del Cauca, más concretamente en tierras de la empresa irlandesa Smurfit-Kappa, que gestiona entre otras actividades 41.500 hectáreas de plantaciones de pinos y eucaliptos.

Los indígenas han denunciado con sus protestas el impacto que estas plantaciones tienen sobre el medio ambiente y han reivindicado su derecho a reclamar las tierras de la firma europea de acuerdo con la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.

A consecuencia del movimiento de protesta, "Velasco Tumiña ha estado recibiendo desde agosto de 2021 amenazas de muerte", incluida una tras regresar de un viaje a Dublín, la capital irlandesa, para participar en la asamblea anual de accionistas de la compañía y transmitir las preocupaciones del pueblo misak.

El comunicado de los expertos, también firmado por el relator de la ONU para los derechos de los pueblos indígenas Francisco Cali Tzay, subraya que "las amenazas (contra el activista) son terribles y deben tomarse muy en serio, al igual que las cuestiones que él y otros están planteando".

"El Estado debe cumplir con su responsabilidad de proteger los derechos humanos e investigar cualquier denuncia de violación", añadieron los expertos, que también exhortaron a las empresas a "colaborar de forma constructiva con las personas defensoras".