El primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, ha anunciado este lunes de madrugada, tras el aumento de las tensiones con Serbia, su decisión de posponer por un mes la implementación de las dos medidas que entraban en vigor este lunes 1 de agosto y que afectaban a las personas que entraban al país procedentes de Serbia.

"El primer ministro Kurti, junto con el presidente Osmani y los viceprimeros ministros Bislimi y Gervalla han desarrollado contactos y reuniones con factores internacionales estadounidenses y europeos. En esta ocasión, el Gobierno de Kosovo se compromete a posponer la implementación de las dos decisiones hasta el 1 de septiembre de 2022", ha expresado la Presidencia del país en un comunicado, según ha recogido 'Bota Sot'.

Este lunes entraba en vigor una ley kosovar por la cual las personas provenientes de Serbia que entraran a Kosovo debía entregar sus documentos de identidad, que serían reemplazados por documentos emitidos por Pristina.

Además, las matrículas de coches emitidas por Serbia para ciudades kosovares de mayoría de población serbia debían ser sustituidas por las oficiales de Kosovo.

Sin embargo, a pesar de que el Gobierno de Kosovo se ha retractado de establecer inmediatamente la medida, ha anunciado que la decisión de posponerla está condicionada a que se retiren las barricadas que los serbios del norte de Kosovo han establecido en dos pasos fronterizos que comunican la región con Serbia, cortando así el paso.

"Cuando se eliminen todas las barricadas y obstáculos, esta decisión se suspenderá hasta el 1 de septiembre de 2022", ha dicho en una publicación de Facebook el ministro del Interior de Kosovo, Xhelal Sveçla, subrayando la importancia de que se garantice la libertad de circulación de ciudadanos y mercancías, según la emisora Radio Free Europe.

Además, el Ejecutivo kosovar ha condenado "enérgicamente" el bloqueo de carreteras acontecido durante este domingo en el norte del país, así como "los disparos de personas armadas contra estructuras ilegales allí".

"Se trata de la tendencia a desestabilizar Kosovo y poner en peligro la paz y la seguridad de los ciudadanos y de nuestro país. Ha habido numerosos actos de agresión en la tarde y noche, incitados y preparados por Belgrado", ha sostenido el Gobierno en el escrito.   

REACCIONES A LA DECISIÓN DE KOSOVO

Minutos antes de mantener una reunión con el primer ministro de Kosovo, el embajador de Estados Unidos en el país, Jeffey Hovenier, solicitó al Gobierno de Kosovo que pospusiera la implementación de las decisiones durante 30 días.

"Estoy aquí para solicitar el aplazamiento de la implementación de estas dos decisiones por 30 días en nombre del Gobierno estadounidense. Creemos que tal aplazamiento sería importante porque parece haber información errónea y malentendidos sobre estas decisiones. Esperamos trabajar con este Gobierno y colegas de la Unión Europea", ha afirmado Hovenier, según Radio Free Europe.

Por su parte, el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, ha acogido con satisfacción la decisión  de Kosovo de posponer las medidas al 1 de septiembre, y ha espetado que espera que se eliminen "inmediatamente todos los obstáculos".

"Las cuestiones pendientes deben abordarse mediante un diálogo facilitado por la Unión Europea y centrarse en la normalización completa de las relaciones entre Kosovo y Serbia, esencial para su integración en la Unión", ha detallado Borrell en su cuenta de Twitter.

La representante especial del secretario general de la Misión de Administración Provisional de Naciones Unidas en Kosovo, Caroline Ziadeh, ha mostrado su preocupación los acontecimientos en el norte de Kosovo.

"Insto a todos a abordar los problemas de buena fe a través del diálogo facilitado por la Unión Europea, así como para fortalecer la estabilidad y la seguridad para todos", ha agregado en un comunicado.

Desde Serbia, el presidente del país, Aleksandar Vucic, ha asegurado tras una reunión con el Estado Mayor serbio que se esperan "buenas noticias", y ha instado a los ciudadanos de Serbia a "no caer en la provocación" y que no hagan nada que pueda conducir a ningún tipo de conflicto.

"Esa es mi gran petición. Todo lo que puedo decir es que recemos por la paz. Puedo decir que no habrá rendición y Serbia ganará. Si se atreven a maltratar a los serbios, matarlos, perseguirlos, Serbia ganará", ha dicho Vucic en declaraciones recogidas por 'Politika'.

"Quiero dirigirme a nuestra gente en Kosovo en particular y agradecerles por aguantar con moderación, por no tener miedo. También a quienes han apoyado a Serbia y han tenido razón al expresar sus puntos de vista. Muchas gracias a Borrell y a los representantes de la Embajada estadounidense", ha agregado.   

LA KFOR "PREPARADA" PARA ACTUAR

La Fuerza de la OTAN para Kosovo (KFOR) ha anunciado este domingo a última hora que "está preparada para intervenir" en el caso de que se ponga en peligro la estabilidad del norte de Kosovo, después de que serbios del norte de Kosovo hayan cortado dos pasos fronterizos que comunican la región con Serbia.

"La KFOR tomará todas las medidas necesarias para mantener un entorno seguro en Kosovo en todo momento, de acuerdo con su mandato de la ONU", ha hecho saber en un comunicado en su cuenta de Twitter, tras el alza te las tensiones en el norte de Kosovo registrado en las últimas horas.

El conflicto entre ambas partes tuvo comienzo en septiembre de 2021, cuando Kosovo ordenó que todos los conductores que entraran en el país desde Serbia utilizaran matrículas provisionales válidas durante 60 días, una medida que ya estaba en vigor para los conductores que entraran en Serbia desde Kosovo desde 2008.

Cinco países de la UE, incluida España, no reconocen la declaración unilateral de independencia kosovar de 2008. La UE, sin embargo, ejerce de mediadora en las negociaciones entre Belgrado y Pristina, de las que dependerían la normalización generalizada de relaciones y las posibilidades de adhesión de ambos países al bloque comunitario.

La iniciativa diplomática de la UE, que reactivó el proceso de diálogo en 2020, busca que las dos partes normalicen sus relaciones en términos vinculantes y de acuerdo a estándares internacionales, algo que considera condición 'sine qua non' para la senda europea.