El primer ministro de Irak en funciones, Mustafa al Kazemi, pidió este sábado a los ciudadanos y a los partidos políticos que se unan "para detener a quienes aceleran esta sedición", después de que cientos de simpatizantes del influyente clérigo chií Muqtada al Sadr asaltaran el Parlamento por segunda vez esta semana.

"Debemos colaborar todos para detener a quienes aceleran esta sedición. Todos deben saber muy bien que el fuego de la sedición nos quemará a todos", dijo Al Kazemi en un discurso televisado a la nación con motivo del asalto al Legislativo y los choques entre los partidarios de Al Sadr y las fuerzas de seguridad.

El primer ministro en funciones pidió a la ciudadanía "calma y racionalidad", que eviten los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad y que "respeten las instituciones del Estado".

"Debemos coordinarnos y cooperar entre todos para no caer en el abismo", aseveró Al Kazemi, que instó a "pensar en Irak y en los iraquíes, y no en los intereses partidistas".

"El dilema es político"

En este sentido, reiteró la necesidad de que las fuerzas políticas del fragmentado Parlamento se sienten a negociar porque "el dilema es político, su solución es política y es posible a través de un diálogo sincero y con concesiones para Irak y los iraquíes".

"Mucho cuidado con la continuación de la tensión política, para que no exploten las minas que durante años hemos intentado desactivar", advirtió Al Kazemi en un tono serio.

Cientos de simpatizantes de Al Al Sadr irrumpieron este sábado en el Parlamento, por segunda vez esta semana, en protesta contra el candidato a primer ministro de la alianza chií Marco de Coordinación, Mohamed Shia al Sudani, leal a Irán.

A diferencia del asalto del miércoles, cuando los manifestantes se retiraron del edificio tras un llamamiento del clérigo, esta vez han anunciado una sentada indefinida.