- Los ministros de Exteriores del G-7 reiteraron ayer su condena a la guerra de agresión a Ucrania, responsabilizaron a Rusia de la crisis alimentaria mundial y pidieron desbloquear los puertos ucranianos para dar salida al trigo de ese país.

En un comunicado tras una reunión en Berlín, en la que participan además en una conferencia internacional sobre la crisis alimentaria con representantes de otros países, los ministros recordaron que, además del bloqueo a los puertos en el mar Negro, Rusia está bombardeando depósitos de trigo e infraestructura agrícola.

Además, acusaron a Rusia de propagar una narrativa falsa y hacer una campaña de desinformación con respecto a las sanciones, que no afectan a los alimentos, por lo que los productos agrícolas rusos podrían llegar a los mercados mundiales.

Los ministros exigieron cesar del bloqueo de los puertos del mar Negro para permitir la exportación de alimentos y detener los ataques.

Además, expresaron su respaldo a los esfuerzos de la ONU por reabrir la ruta del mar Negro para cereales y el plan de acción de la Comisión Europea para crear una “Ruta de Solidaridad” para el transporte de grano por tierra.

Asimismo, los ministros reiteraron que Ucrania recibirá apoyo político y militar el tiempo que sea necesario y aseguraron además ayuda humanitaria y apoyo para la reconstrucción y la estabilización del país.

También ofrecieron apoyo a los países vecinos, en especial a Moldavia, especialmente afectados por el flujo de refugiados ucranianos.

Por último, celebraron la decisión del Consejo Europeo de conceder a Ucrania, Moldavia y Georgia el estatus de candidatos al ingreso a la UE.

Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, pidió más aportaciones financieras a nivel internacional para lidiar con la situación humanitaria producto de la crisis alimentaria global exacerbada por la guerra de Ucrania.

Las necesidades del Programa Mundial de Alimentos se han incrementado de forma drástica, dijo Blinken en una conferencia celebrada en Berlín para tratar dicha crisis, en la que participaron unas 50 delegaciones nacionales, así como representantes de Naciones Unidas y otras organizaciones.

El secretario de Estado recordó que Washington ya ha invertido 2.800 millones de euros en ayuda alimentaria de emergencia y avanzó que el presidente, Joe Biden, anunciará más ayudas en la cumbre del G-7 de Elmau, en el sur de Alemania.

Abogó también por desbloquear los puertos ucranianos, en los que hay acumuladas unas 25 toneladas de cereal “que se pudrirá si no se exporta”, y expresó en este sentido su respaldo a la iniciativa de la ONU para abrir corredores marítimos.

Para solucionar la crisis, propuso además incrementar la producción de fertilizantes a escala global y utilizarlos de forma más eficiente, ya que su carencia lleva a los países de menos recursos a reducir la producción agrícola, lo que a su vez repercute en los precios. Blinken instó además a “resistir la tentación” de imponer restricciones a las exportaciones.

l Acuerdo de paz. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó ayer que “a Ucrania le corresponde decidir qué tipo de acuerdo de paz, y en qué términos, quiere aceptar” con Rusia. Stoltenberg señaló que “el papel de la OTAN es apoyar a Ucrania. Tenemos una responsabilidad moral y política en apoyar” a este país “y en sostener su derecho a la autodefensa para proteger su territorio y su soberanía” tras la invasión rusa del pasado 24 de febrero.