La compañía sueca de muebles y decoración Ikea ha informado de que empezará a despedir trabajadores en Rusia y Bielorrusia como parte de su proceso de reducir sus operaciones en ambos países, que quedaron prácticamente paralizadas a principios de marzo como consecuencia de la guerra en Ucrania.

En concreto, la empresa ha indicado este miércoles en un comunicado que el negocio al por menor (Ikea Retail) permanecerá paralizado, pero que se empezará a reducir la plantilla. Esto significa que "muchos trabajadores serán afectados", según ha puntualizado la empresa. Para apoyar económicamente este proceso, la empresa venderá su inventario de mobiliario en Rusia.

La división empresarial (Ikea Industry) también acometerá un proceso de despido de trabajadores, pero se mantendrá operativa mientras la empresa busca vender sus cuatro fábricas en el país.

Ikea mantendrá paralizadas las importaciones y exportaciones de productos a Rusia y Bielorrusia. Las dos oficinas de compra y logística en Moscú y Minsk se cerrarán de forma permanente.

El pasado mes de marzo, cuando Ikea anunció la suspensión de sus operaciones en el país, la empresa indicó que hasta 15.000 trabajadores estaban afectados de forma directa.