El 'planking', una polémica moda
Un joven falleció cuando lo practicaba tumbado sobre la barandilla de un balcón, boca abajo y tieso como una tabla
Sydney
EL veraniego balconing ya ha pasado de moda. Ahora, lo más in es tumbarse y fotografiarse. Así de sencillo, pero así de peligroso también. Sobre todo si los practicantes del planking, nombre que recibe esta nueva costumbre social, deciden acostarse sobre una barandilla o sobre cualquier otro punto elevado, como ya ha ocurrido. De hecho, los políticos advierten a los jóvenes, la Policía amenaza con multas y los psicólogos intentan encontrar los motivos por los que esta moda, la última nacida en la red de redes, resulta tan fascinante para algunas personas.
El planking, la última tendencia inventada en Australia, cuentan en los foros cibernéticos, consiste en tumbarse boca abajo, tieso como una tabla, en lugares peculiares o lúgubres, y colgar las fotos en Internet. Matt Fernández, de Melbourne, afirma ser el pionero del planking, que nació hace siete años. Hoy tiene 24 años y advierte junto a otras personas de los peligros del fenómeno. "La intención principal no era hacerlo en coches de Policía o andenes de tren", declaraba Fernández. "Estoy realmente impresionado por lo mucho que ha cambiado. Pero pido a todos que lo hagan con seguridad".
Fernández, que se disputa la autoría del planking con otros supuestos creadores, se refiere en su advertencia a la muerte del veinteañero Acton Beale. El joven falleció en Brisbane al caerse del balcón de un séptimo piso cuando posaba para hacerse una foto de planking. Mientras que muchos consideran a Beale un héroe, otros subrayan que su muerte pone de manifiesto la necesidad urgente de un código de conducta. "En la reunión de planking de Brisbane se habló de planking inteligente y seguro", explicaba el portavoz Richard Litonjua. "Piénsatelo antes de plankear, y no bebas".
El aliciente Frente a ellos, la primera ministra australiana, Julia Gillard, abogaba por no unirse a la moda. "Hay una diferencia entre un poco de diversión inofensiva en algún lugar verdaderamente seguro y arriesgar la vida", subrayó Gillard.
También la Policía australiana advierte de los peligros de este fenómeno nacido en Internet y anuncia multas para quienes sean cazados posando en lugares arriesgados. Pero entre tanto, los psicólogos creen que estas declaraciones hacen aún más atractivo el planking. Tras la muerte de Beale, el número de fans del planking en Facebook pasó de 10.000 a los más de 180.000 actuales. Algunos usuarios se burlan de Gillard. "Gracias a Dios, Julia me ha advertido de los peligros del planking", dice un mensaje.
El aliciente del planking consiste en ser creativo, expresarse, formar parte de un fenómeno mundial. Solo se necesitan unos minutos, es anónimo y apenas hace falta un teléfono móvil con cámara. "Uno tiene la idea, y cada cual la expresa a su forma", dice Axel Bruns, sociólogo de la Universidad de Queensland. "Ese es el atractivo y el reto". Lo que comenzó como una diversión para unos cuantos adolescentes se ha convertido en mainstream. Amas de casa, madres, astros del deporte y presentadores de televisión, todos se suman a la moda, ya sea fotografiándose en equilibrio sobre una canasta de basket o un televisor o tumbado sobre el tejado de una casa. El boom de esta moda es de tal calibre, al menos en Australia, que ha declarado el Día Nacional del Planking.