Irán activará la planta nuclear de Bushehr pese al ciberataque

teherán. La planta nuclear de Bushehr, en el sur de Irán, entrará en funcionamiento en el plazo previsto, pese a haber sido víctima del ataque cibernético que afectó a varios centros industriales del país, confirmó ayer el jefe atómico Ali Akbar Salehi. Las autoridades cargarán de barras de combustible el reactor en los próximos días y lo activarán en noviembre. La planta alcanzará su máximo rendimiento (mil megavatios) en marzo, añadió Salehi a la agencia de noticias Mehr. El director de Bushehr, Mahmud Yafari, confirmó este domingo que algunos ordenadores de la planta se vieron infectados por el virus Stuxnet, aunque matizó que el troyano sólo afectó a equipos personales de los empleados y no trajo ningún problema al funcionamiento del centro. El propio Yafari admitió sin embargo que un equipo de expertos trabajaba en la planta para eliminar el virus. Yafari no se manifestó, sin embargo, respecto del hecho de que haya sido enviado un equipo altamanete calificado a Bushehr si sólo se trata de virus en los ordenadores personales de los empleados, que al parecer no tienen nada que ver con la central.

Entre tanto, varios ministerios formaron un grupo de trabajo para analizar la lucha contra el espionaje informático, según medios iraníes, que ya hablan de "guerra cibernética". El gobierno admitió la semana pasada que unos 30.000 ordenadores del tejido industrial iraní están infectados con Stuxnet. Por el momento se desconoce el daño causado por el virus, sobre todo en la central atómica de Bushehr, cuya construcción comenzó hace décadas por parte de la empresa alemana Siemens y se terminó con ayuda rusa. Muchos sistemas de control de establecimientos industriales iraníes, también en Bushehr, provienen de Siemens, y Stuxnet ataca especialmente estos sistemas y transmite los datos al exterior, dijo un experto en Irán.

sakineh El portavoz iraní de Exteriores, Ramin Mehmanparast, aseguró ayer que aún no hay sentencia firme contra Sakineh Mohamamdi Ashtiani, la mujer acusada de adulterio y complicidad en el asesinato de su marido, aunque subrayó que ya se ha demostrado que participó en el crimen. Si así fuera, significaría que Ashtianí sería castigada con la horca y no a morir lapidada. Sin embargo, Mehmanparast afirmó que "los dos casos siguen bajo revisión".