¿Cada cuánto se debe cambiar el aceite del coche?
Cambiar el aceite es una de las formas más eficaces de proteger el motor del vehículo y garantizar su buen funcionamiento
El mantenimiento adecuado del coche es fundamental para garantizar su buen funcionamiento, prolongar su vida útil y mantener la seguridad durante la conducción. Uno de los aspectos clave en este mantenimiento es el cambio de aceite, una tarea que a menudo se subestima pero que resulta esencial para el correcto rendimiento del motor.
La frecuencia con la que se debe cambiar el aceite del coche puede variar en función de distintos factores, como el tipo de aceite utilizado, la antigüedad del vehículo y las condiciones de conducción. Sin embargo, existen algunas pautas generales que pueden servir como referencia.
Si el vehículo es relativamente nuevo, se debe reemplazar el aceite cada 15.000 o 30.000 kilómetros o cada uno o dos años, dependiendo del tipo de aceite empleado.
Los aceites sintéticos, por ejemplo, suelen ofrecer un mayor rendimiento y durabilidad, lo que permite prolongar el periodo entre cambios. Por otro lado, los aceites minerales tienden a degradarse más rápidamente y requieren cambios más frecuentes.
Cuando se trata de vehículos con más de 15 años de antigüedad, se recomienda realizar el cambio de aceite cada 10.000 kilómetros aproximadamente. Esto se debe a que estos modelos antiguos suelen requerir aceites con compuestos de base mineral, los cuales tienen una vida útil más corta y pierden sus propiedades con mayor rapidez.
Señales que indican la necesidad de un cambio
Más allá de las pautas generales, es fundamental prestar atención a ciertos signos que pueden alertarnos sobre la necesidad de cambiar el aceite de forma inmediata. Algunas señales de advertencia incluyen:
- Ruidos bruscos en el motor: Si el motor emite sonidos más fuertes o inusuales, puede ser una señal de que el aceite ha perdido sus propiedades lubricantes y no está protegiendo adecuadamente las piezas internas.
- Salida de gases oscuros: Si el escape del coche emite humos oscuros o densos, es probable que el aceite esté excesivamente contaminado y requiera ser reemplazado de inmediato.
- Olor intenso a aceite: Un olor fuerte a aceite quemado dentro del habitáculo puede indicar que el aceite está degradado o que existe una fuga.
Consecuencias de no cambiar el aceite
Ignorar la necesidad de un cambio de aceite puede derivar en problemas graves para el vehículo. Un aceite en mal estado pierde su capacidad de lubricar, lo que genera mayor fricción entre las piezas del motor, aumentando el desgaste y el riesgo de averías importantes.
Además, la acumulación de residuos en el aceite puede obstruir los conductos internos del motor, reduciendo su eficiencia y provocando un sobrecalentamiento.