El de la vivienda, su precio y su oferta, es uno de los principales problemas, no de Euskadi sino de buena parte del mundo occidental. Se ha convertido en uno de los asuntos de cabecera de los políticos.

Hay quien le atribuye un peso crucial en la victoria electoral que han protagonizado en las últimas semanas la nueva presidenta de Irlanda, Catherine Connolly; el nuevo alcalde de Nueva York, Zohran Mamdani; y el que será primer ministro de Holanda, Rob Jetten. Si hay un lugar especialmente afectado por esta cuestión ese es Donostia. Siempre lo ha sido pero en los últimos tiempos se ha exacerbado al juntarse una oferta en cuanto a precio absolutamente desorbitada con un mercado menguante en lo que al alquiler se refiere. Los municipios que bordean la capital están pagando las consecuencias.

Ante esta situación parece abrirse paso la idea de afrontar la acuciante necesidad con operaciones masivas de vivienda. Ahí encaja la apuesta por el desarrollo de Auditz Akular, donde se prevén 3.000 viviendas, que se quieren sociales y en su gran mayoría en régimen de arrendamiento.

A una escala muy superior, el ganador de las elecciones en Holanda ha prometido la creación de una decena de nuevas ciudades. La mayor de ellas, cerca de Amsterdam, con 60.000 nuevos pisos, para que de un golpe, digiera toda la demanda. ¿Podemos imaginar algún sitio en Gipuzkoa apto para una solución de este tipo?