¿Quién se cree el plan de paz que pretende impulsar Donald Trump en Gaza? ¿Acaso esperan que su sospechosa declaración de intenciones cale en la población mientras Israel sigue bombardeando el territorio palestino? O al mismo tiempo que los militares israelíes detienen en aguas internacionales a los integrantes de la Flotilla Global Sumud, que han denunciado hasta malos tratos.

Y no solo esto; los miembros de esta misión humanitaria reconocieron el lunes, a su regreso, que han vivido un horror tras sufrir “violencia física y psicológica”, además de haber temido por su vida. Así que de Trump, que quiere ponerse la capa de superhéroe para erigirse en el mediático salvador, en su afán una vez más de ser el protagonista, no se puede esperar nada bueno. Los hechos lo demuestran. Motivo por el que la paz en Palestina necesita de propuestas y hechos por parte del resto de dirigentes que lleva demandando la sociedad desde hace tiempo.

De este modo lo expresó uno de los integrantes de la flotilla: “La presión de la sociedad civil es lo que ha obligado a los gobiernos a hacer alguna que otra cosa”, señaló el político de Compromís Juan Bordera.

No queda otra... porque la solución a este genocidio parte de la propia sociedad civil. No se puede esperar más.