Síguenos en redes sociales:

Mesa de Redacción

Carlos Marcos

Papilla democrática

Que la política está llena de parásitos que van a lo suyo y les importa medio carajo la ciudadanía a la que representan, ya lo sabíamos

Papilla democráticaN.G.

Que la política está llena de parásitos que van a lo suyo y les importa medio carajo la ciudadanía a la que representan, ya lo sabíamos. Un pleno es lo más parecido a un jardín de infancia donde incluso alguien les tiene que indicar con el dedito en alto lo que tienen que votar, como quien hace el avioncito para llevarles la papilla a la boca, porque ni han escuchado los argumentos propios, y menos del contrario, y porque ni en su propio partido se fían de ellos. Los de Más Madrid, hartos del ninguneo de los de Ayuso, se han puesto esta semana juguetones y han llevado a la Cámara la misma propuesta sobre refugios climáticos que el PP redactó y votó en el Senado. Una propuesta calcada que ha horrorizado y “decepcionado completamente” a la chavalería de Ayuso porque, dicen, está basada en “el pánico, la alerta y la alarma social”. Siete minutazos de palabrería barata, con aires altivos y aleccionadores, le dedicó el portavoz adjunto Iñigo Henríquez de Luna para denigrar lo que ellos mismos defienden, ante las carcajadas de la oposición por el ridículo perpetrado. Cuando los grupos políticos no se escuchan, no reconocen ni sus propias palabras y solo juegan a poner zancandillas al otro, lo que están haciendo es incumplir su trabajo –por el que se les paga dinero público, no lo olvidemos– y dinamitar la democracia desde dentro. Y esto no solo pasa en Madrid.