Justo en el peor momento de Imanol desde que tomó las riendas de la Real Sociedad hace siete años; en la temporada en la que han surgido las primeras voces críticas (parece que algunos le estaban esperando); en la etapa en la que se barrunta que podrían ser sus últimos partidos como técnico txuri-urdin después de que comunicara que anunciará si continúa o no en la Real a finales de abril o principios de mayo... llega el decisivo partido ante el United. En un curso en el que la plantilla ha perdido, de manera considerable, potencial y calidad tras la marcha el verano pasado de dos jugadores básicos (Mikel Merino y Le Normand) y en el que se ha vuelto a consumar el refuerzo fallido (por ahora) del delantero señalado para hacer los goles de un equipo sin gol... Pero, pese a ello, hay una cosa clara: el conjunto txuri-urdin aún no está eliminado de la Europa League, aunque algunos estén empeñados en hacérnoslo creer... Es una empresa complicada ante un rival que en Anoeta demostró ser mejor, sí, es cierto, pero en Old Trafford, donde la Real ya sabe ganar (por cierto, con un gol de un jugador de la actual plantilla, Brais), puede cambiar la historia. Y si alguien ha demostrado ser capaz de hacer reaccionar a este equipo, ese es Imanol. No hay nadie mejor que él para que nos haga soñar en El teatro de los sueños.