Llega el fin de año y, como es tradición, toca repasar las doce salidas montañeras de los últimos doce meses. Los veteranos ya lo saben pero, por si acaso, hay que recordar a los neófitos que solo se debe cumplir un requisito: el punto de partida y llegada de la excursión siempre es un núcleo urbano. Arrancamos enero de 2024 con la subida a Soporro, una cota modesta a la que se asciende desde Ainhoa y que atraviesa la kapera y el Calvario de la localidad labortana. Sin dejar Iparralde, en febrero fue el turno de Baigura desde Heleta, una bonita ascensión por terreno despejado. En marzo llegó la cita con Lakarri desde el municipio navarro de Elia, y en abril tocó subir desde el Señorío de Bertiz a Oteixon, una cima poco conocida pero con unas vistas inmejorables. Kopako Harria, a la estela de Aiako Harriak, fue elegida en mayo para ir desde Bera, y Urdanatz en junio desde Aritzu, también en Navarra. Indamendi desde Aizarnazabal nos permitió en julio disfrutar de unas bonitas panorámicas y Unboto es perfecto para una tarde de agosto saliendo desde Lekaroz. Murugain, un clásico de Arrasate, fue el escogido en septiembre y otro no menos clásico, Herniozabal desde Alkiza, lo fue en octubre. Con el frío otoñal de noviembre ascendimos Arañotz desde Olague, y la rúbrica se puso en diciembre en Legazpi con el Arrola, un monte perfecto para digerir las copiosas comidas y cenas de estos días.
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