Para que un artículo de la sección de Cultura figure entre lo más leído –el ranking se publica en la página 2 de este periódico–, el titular debe incluir algo malsonante o el término Real Sociedad. Del uso de la primera opción he desistido por las broncas de mi madre. En cuanto a la segunda, no paro de estrujarme las meninges. Hace no mucho destaqué una anécdota que implicaba a antiguos jugadores del equipo en una pieza sobre un cineasta donostiarra y el resultado, como se dice en estos casos, no les sorprenderá: fue lo más leído durante dos días. También es cierto que confío ciegamente en mi capacidad para lograr lectores como cronista deportivo, sobre todo, por las carcajadas resultantes del hecho de que lo más redondo con lo que he jugado es con una caja de zapatos. Pero hacerlo en Deportes sería lo fácil, incluso en la sección de información local, donde podría hablar, por ejemplo, de cómo un partido que se dice socialista como es el PSE quiere deshacerse de una infraestructura pública como es el Reale Arena. Es una propuesta a todas luces sorprendente, habida cuenta de que es la voluntad política la que ha provocado que los grandes conciertos ya no paren en Donostia y que el recinto sólo se use para lo que se usan los espacios deportivos. Así jamás podré escribir un titular que diga Bruce Springsteen conquista Anoeta, el estadio en el que juega la Real Sociedad.
