En estas fechas es probable que encontremos aves jóvenes caídas” en el suelo y en apuros, ¿qué podemos hacer? La iniciativa No lo cojas de SEO/BirdLife tiene como objetivo sensibilizar y dar a conocer a la ciudadanía cómo actuar ante esta situación

Desde SEO/BirdLife quiere recordar algunos consejos prácticos sobre la recogida de pollitos huérfanos en la calle de ciudades y pueblos o en el campo ahora que es verano y las aves se encuentra en plena crianza.

El impulso que podemos sentir por intentar ayudar y salvar a unas indefensas criaturas puede resultar contraproducente, puede convertirse en una condena para estas aves, ya que en realidad la mayoría están haciendo lo que su naturaleza dicta: abandonar el nido cuanto antes. Muchas de ellas son aves que habitan nuestros pueblos y ciudades como gorriones, golondrinas, aviones, mirlos o vencejos.

Unos pollos de zorzal esperan la llegada de sus padres con comida. Freepik

Las crías de la mayoría de las aves se desarrollan a una velocidad vertiginosa. Por ejemplo, un gorrión puede abandonar el nido antes de cumplir las dos semanas de edad. Ello se debe, entre otras cuestiones, a que en el nido las aves son extremadamente vulnerables a la depredación, y por ello intentan abandonar el mismo lo antes posible, aun cuando todavía falten unos pocos días para que sean capaces de volar con cierta solvencia. Esto en realidad no es ningún problema, sus padres se siguen encargando de alimentarlos durante este periodo y los localizan con facilidad por sus llamadas.

Es realmente difícil que una cría sea realmente abandonada por sus padres, ya que el instinto de sacar adelante a sus crías prevalece por encima de casi todo. Así que no, lo más probable es que esa cría que revolotea con cierta torpeza por el suelo no sea huérfana, simplemente está dando sus primeros pasos fuera del nido, bajo el atento cuidado de sus padres. Cuando un pollito está completamente recubierto de plumas, es probable que su situación fuera del nido sea completamente normal, voluntaria, y no requiera ningún tipo de intervención por nuestra parte.

Sin embargo, en algunos casos podemos encontrarnos crías realmente huérfanas, como las que caen del nido antes de tiempo, generalmente por accidente, y acaban en un lugar peligroso. En estos casos lo más recomendable es acudir a un centro de recuperación de la fauna, ya que criar un pollito a mano requiere mucha dedicación y conocimientos adecuados.

Un caso excepcional es el de los vencejos, aves que pasan la mayor parte de su vida en vuelo y no están adaptados a posarse en el suelo, desde donde les cuesta despegar. Si no están lesionados bastará con posarlos en la palma de la mano, lo más alta posible, en un sitio abierto. Si el vencejo está capacitado para volar, despegará de inmediato. Nunca hay que lanzarlo o impulsarlo. En el caso de las crías de vencejo que realmente no puedan volar, es preciso recurrir de nuevo a un centro de recuperación.

Qué no debo hacer si encuentro un pollito caido

  • Alimentar a la cría con leche, galletas, o miga de pan. Da igual la especie: necesitan proteínas para desarrollarse adecuadamente. La leche puede matarla directamente
  • Mojar los orificios sobre el pico por los que el ave respira al intentar dar de beber a la cría. Lo más probable es que la condenes a una muerte lenta y dolorosa
  • Manipular al ave con las manos en contacto con el plumaje más de lo imprescindible estropeará sus plumas e incapacitará al joven ave para la vida en libertad

Por ello, si encontramos un pollo implume, lo que debemos hacer llevarla a un centro de recuperación de fauna. Para ello, la mejor manera de transportarla es ponerla en una caja oscura con agujeros para su ventilación y sobre una cama de papel o algún otro material absorbente.